🍴 II: Orphelinat

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Krista (Tn), 7 años. Decidió, finalmente, escaparse del convento; dos días atrás, a Méline la habían transferido a otro convento, así que ahora se había quedado sola.


Era de la madrugada, todas estaban durmiendo menos ella. Se levantó de la cama, se cambió de ropa rápidamente y tomó su pequeño bolso; salió a hurtadillas del cuarto, buscó la salida y huyó.

Corrió por mucho tiempo, hasta que sus piernas se cansaron; cayó al suelo de rodillas, agotada, y comenzó a llorar.

[Meses después]

Tn estuvo en un orfanato un tiempo, después de huir del orfanato, hasta que un anciano hombre llegó.

– Buenas tardes –saludó, sonriendo.

La pequeña alzó la vista de su dibujo y levantó una ceja, encogiéndose de hombros con cierto temor al ver a aquel anciano de traje negro.

– No te preocupes, no haré daño –se sentó junto a ella en la mesa.– Tu nombre es Krista, ¿Verdad? –la menor asintió.– Es un bonito dibujo, Krista.

– ...G-Gracias...

– Soy Quillsh Wammy, mucho gusto.

– H-Hola...

– Me dijeron que eras muy inteligente, y que tenías mucho talento para el arte.

– ...Mamá era profesora de arte.

– Ya veo –sonrió.– ¿Alguna vez has ido a Inglaterra? –la menor negó con la cabeza.– Manejo orfanatos alrededor del mundo, el principal está en Winchester. Llevo a niños superdotados, y tú eres una.

– ¿Super...dotada?

– Sí. ¿Qué tal si hacemos un test?

– ¿Ah?

El hombre abrió su maletín y sacó un par de papeles, los cuales dejó frente a la pequeña a un lado de la hoja en donde dibujaba.

– Es un Weschler 4, test de cociente intelectual. ¿Quieres hacerlo?

– ... ¿Qué pasa si apruebo?

– No apruebas o desapruebas, sólo sacaras una puntuación y, dependiendo del número, sabremos si eres superdotada o no.

– ¿Y si lo soy?

– Puedo llevarte conmigo, al orfanato que manejo en Winchester. Estarás bien allí, nadie intentará hacerte nada, lo prometo.

– ¿Y si no?

– No pasa nada, no es nada malo.

– ...Está bien.

La pequeña movió su dibujo a un lado, tomó los papeles y comenzó a hacer aquel test de IQ; no le tomó mucho tiempo, y cuando terminó se lo entregó al mayor. El anciano tomó aquellas hojas, sacó un bolígrafo y comenzó a corregirlo.

– Sorprendente, muy sorprendente...

– ¿Uhm?

– Una puntuación de 130, muy sobre la media de una persona normal, y muy alta para un niño –la miró.– Eres bastante inteligente, Krista –sonrió.

– ... ¿Me llevará?

– Sí. Serás educada para no desperdiciar tu IQ, y serás una gran mujer en el futuro.

– Oh... –sonrió.– Quiero ser pintora. Mi mamá quería que sea pintora famosa, como Goya.

Wammy rió.

– Lo serás, pequeña –revolvió su cabello.– Una gran pintora como Goya, o Miguel Ángel.

– O Van Gogh, Picasso, Monet, Dalí...

– ¿Conoces mucho de historia del arte?

– Mamá me enseñó.

– Qué bueno –rió.

[Semana siguiente]

[Winchester, Inglaterra]

[Wammy's House]

Tn apretó la mano del mayor, observando aquel enorme edificio al otro lado de las negras rejas. El anciano la miró, sonriéndole con amabilidad.

– Este lugar es Wammy's House. Harás muchos amigos aquí, serás bien educada, y podrás ser una pintora famosa de mayor.

– ... –sonrió.– Me gustaría.

– Entonces, entremos.

Ambos ingresaron al lugar. Wammy presentó a la niña a Roger y, tras acomodarla en un cuarto, la llevaron a conocer a los demás niños; habían algunos en el cuarto de juegos, otros en el jardín y otros en la biblioteca.

Tn decidió ir a la biblioteca, y se dirigió a la zona de libros de arte; pegó un salto para tomar un libro, pero este resbaló de sus manos y cayó golpeando a alguien que estaba tras ella.

– ¡Ah! –giró, mirándolo.– ¡Excusez-moi! –se disculpó, algo asustada.

El niño levantó el libro y miró a la contraria. Tenía un aspecto dulce, su cabello era castaño y corto a los hombros y vestía con un vestido blanco, este había sido comprado por Wammy ya que su ropa anterior estaba vieja y gastada; tenía muchos lunares en cara y cuello, era muy delgada y pálida.

La pequeña se encogió un poco de hombros, mirando a aquel que había golpeado sin querer. Era un poco más alto que ella, delgado y muy pálido, tenía el cabello negro y despeinado y vestía con holgada ropa, una camiseta blanca de mangas largas y gastados jeans azules, y estaba descalzo.

– No te preocupes, no me dolió –le entregó el libro.– Ten.

– M-Merci... –tartamudeó algo sonrojada, tomándolo.

– ¿Tu ne parles que français? (¿Sólo hablas francés?)

– Non... ¡Lo siento! Hablo inglés también.

– Ah, bien... ¿Eres nueva? –ella asintió.– ¿Cómo te llamas?

– K-Krista... ¿Y tú?

– L.

– ... ¿"L"?

– Sí. Sólo "L".

– ...Qué nombre extraño.

– Lo sé –hizo una pequeña pausa.– En fin, bienvenida a Wammy's House, Krista.

– G-Gracias –sonrió tímidamente.

El pelinegro tomó un libro y se alejó tranquilamente. La niña sacudió un poco la cabeza y fue a buscar un lugar dónde sentarse a leer; como habían varios niños, el único lugar que encontró libre era un sofá junto a un pequeño de cabello negro algo largo y vestido de negro, quien extrañamente tenía los ojos rojos.

– Excu...Quiero decir, disculpa... –llamó.

Aquel pequeño levantó la vista del libro que tenía entre sus manos, mirando a la niña delante de él.

– ¿Si?

– ¿Puedo...sentarme contigo? Es el único lugar libre.

– ...Claro.

Ella sonrió levemente y se sentó al lado del contrario, mientras él volvía la atención a su lectura.

– Ahm...S-Soy Krista.

– ...Beyond.

– ¿Todos tienen nombres extraños aquí?

– Algunos –la miró.– Eres nueva, ¿No?

– Sí. Vengo de Francia.

– Ya veo –volvió la vista su libro.– Bienvenida.

– Ah. G-Gracias... –sonrió levemente, con un pequeño sonrojo.

La niña abrió el libro de arte que había tomado y comenzó a leer, sin decir nada más al otro niño para no interrumpir su lectura.

Dans la nuit... 🍴 L/BeyondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora