Aristócratas se desplazaban con sus trajes extravagantes por el regio salón de eventos, bebiendo champán y manteniendo conversaciones con importantes benefactores que habían venido de distintas ciudades alrededor del mundo.
Los infantes utilizaban las mesas onduladas como la principal atracción de juegos, con el propósito de no ser encontrados bajo estas. Pero, cada vez que Gianluca contaba hacía trampa. Sus ojos esmeraldas se desviaban al predecible escondite en donde los niños se iban a refugiar. Al saber que él nuevamente saldría victorioso en el juego, torcía una sonrisa al decir ¨ Listos o no allá voy¨.
Jean Paul junto a Eydrian charlaban de negocios con los inversionistas que habían asistido esa noche. Mientras que los otros dos empleados de la empresa, Bastian y André, se hallaban con las mejillas repletas de comida. Habían devorado toda la sección de postres con la ayuda de los niños.
El segundo hermano de los Sonobe desaparecía y volvía a reaparecer cuando se requería de su presencia. Pero, la única que había reparado en aquellas misteriosas desapariciones era Adeline. Quien se preparaba para la presentación que daría en unos minutos. En tanto afinaba las cuerdas del violín y ensayaba la sonata que debía de tocar, una hermosa niña asiática se aproximó a ella con una rosa blanca.
_ Srta. Adeline, el Sr. Jean Paul nos ha dicho que tocará para nosotros. Así que quise traerle esta rosa como agradecimiento. Simboliza su belleza tan pura. _ Explicó con regocijo, zarandeando la flor. _ Soy su fan número uno. _ Proclamó, acercando la rosa.
_ No creo poseer una belleza pura pero si conozco a alguien que la irradia. ¿Quieres saber quién es?. _ Sonrió al ver la curiosidad de la niña para posteriormente recibir la rosa y agacharse. Situó la flor en su lacia cabellera negra. _ Te pediré prestada al Sr. Jean Paul para que vayas a París conmigo y me veas tocar. Ya que si eres mi fan número uno te mereces estar en primera fila. ¿Qué te parece?. _ Acariciando sus diminutas manos, soltó una risa al ver como la niña de siete años sacudía su cabeza enérgicamente como modo de afirmación para después correr hacia los otros niños, gritando que la violinista más famosa en todo Francia la invitó personalmente a uno de sus tan aclamados conciertos.
_ Rompes cosas, invades lugares ajenos, abandonas personas y eres respondona. Pero si trabajas en ello, en especial lo de abandonar, podrías llegar a ser una estupenda madre. _ Exclamó, enumerando con sus dedos los hechos.
Adeline tornó los ojos al escuchar la impasible voz de Jean Pierre.
_ ¿Sabes Jean Pierre?. Le podrías agradar a otros si tan solo dejaras de ser tan grosero, molesto, apático y sobre todo deberías trabajar en lo de orgulloso porque si tan solo tú hubieras dejado de un lado tu orgullo, yo me habría quedado. _ Elevó la voz fastidiada con Jean Pierre y consigo misma al darse cuenta que permitió verse vulnerable ante él. Sujetando con sus dedos el puente de su nariz, negó con la cabeza para luego soltar un exasperado bufido y voltearse.
Tal acción fue desaprobada por el segundo hermano de los Sonobe. El cual reaccionó sosteniendo su antebrazo.
_ ¿Te has acostado con alguien?. _ Su pregunta cargada de escepticismo, reveló por primera vez lo inseguro que este se sentía al saber que entre sus posesiones no se encontraba ella.
El desconcierto de Adeline se manifestó en su expresión facial al escuchar otra de las habituales ocurrencias proferidas por él.
_ ¿Con quién debí acostarme Jean Pierre?. _ Inquirió, arrugando el entrecejo.
_ No lo sé. Solo quiero saber si tú compartiste con otro hombre una cama como lo hiciste conmigo aquella noche. _ Expresó con entonación retraída, mirando el pavimento de cuarzo.
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Los Sonobe
Teen FictionEra embriagante... El modo en que ella tocaba el violín. Simplemente extasiaba al público por las encantadoras melodías que denotaba al hacerlo, provocando en ellos sensaciones completas de deleite y asombro. Siendo para los hermanos Sonobe igual de...