El amanecer apareció en el horizonte iluminando el cielo, los brillantes rayos anaranjados del sol se filtraban atravezando las persianas de la habitación.
Deslumbrando el rostro de un joven que, poco a poco, comenzaba a molestarse un poco por el intenso brillo qur caia sobre sus párpados. Y tras unos cuantos movimientos en su cara que delataban su molestia a la liz, logró la hazaña más difícil de su día levantarse de la cama por fin.
Él había estado despierto desee entrada la madrugada, dormir de más no era común para él, pero refrescar la mente a través de una sesión de meditación para librarse de pensamientos innecesarios o sentires molestos.
Aunque, para sus adentros hubiera preferido seguir descansando en silencio de su habitación. Sabía que no era posible, pero igual permaneció unos minutos más sentado en la orilla de su cama, despejando su rostro y tallando sus ojos entumecidos, aún adormecidos por llevar tanto tiempo cerrados y en la oscuridad.
De esa forma se puso de pie y después de estirarse un poco, se dirigió a la cocina, atravesando su desordenada habitación llena de documentos y libros otras cosas. No tardo en recorrer los pasillos de su hogar hasta llegar a la cocina, que se encontraba aun lado del comedor.
Ya ahí, y tras un vistazo rápido en la alacena, terminó por decidirse e ir por lo más práctico y a su alcance de momento. Preparó un emparedado sencillo y tomó algunas manzanas junto a un vaso de agua, ello resultó ser un desayuno bastante decente para alguien que si bien sabía cocinar, tampoco era especialmente bueno en ello.
De manera sutil se comenzaron a escuchar unos pasos por el pasillo y una voz familiar se dirigió al joven de manera amena pero firme.
-No esperaba verte despierto a esta hora. ¿Dormiste bien?
-Sí, madre. Solo quería tener tiempo suficiente para arreglarme y estar presentable antes de ir al cuartel. Tengo entendido que habrá algunos cambios y que reasignarán a algunos soldados a nuevas posiciones y zonas para ayudar en el frente de los muros de Basin-se.
-Escuchar todo eso me resulta nostálgico. Me recuerda a mis tiempos en la Armada de la Nación del Fuego. Pero dime, James, ¿tu expresión de felicidad se debe a algo más especial?
-Algo así. Ya sabes que desde que entré a la Armada y regresé del Reino Tierra, he cumplido cada misión asignada con éxito en todos los lugares a los que me envían. Para alguien que normalmente es algo despreocupado como yo, eso ya es decir bastante.
-Tienes razón, hijo. Pero también eres muy centrado y profesional cuando se trata de algo importante. Además, cuando un trabajo se te mete en la cabeza, te obsesionas hasta conseguirlo. También eres excepcional en el control del fuego. No por nada fuiste el segundo lugar en el torneo regional infantil de control de fuego, un teniente bastante respetable en toda la capital y dentro de la Armada de la Nación del Fuego.
Él esbozó una pequeña sonrisa tras oír el halago de su madre. Después de unos minutos de charla amena, se retiró de la mesa, fue a tomar una ducha y se puso el uniforme, no sin antes arreglarse el cabello.
Una vez listo, salió de casa y se dirigió a la base que le correspondía. En la entrada vio un pequeño grupo de sus subordinados-amigos, que parecían muy inmersos en su conversación. Se le ocurrió acercarse para escuchar de qué hablaban, pero al notar su presencia, ellos procedieron a saludarlo con respeto, a lo cual respondió de igual modo.
-¡Buenos días, muchachos! Los noto algo alterados y bastante agitados, si me lo preguntan -dijo en tono bromista-. ¿No les gustaría compartir conmigo de qué hablaban? Ya saben, a no ser que estuvieran hablando de mí.
Beth, una de sus subordinadas (que en realidad era su mejor amiga desde hacía años), procedió a contestarle. Aunque parecía preocupada y con una expresión incómoda, como si no pudiera procesar lo ocurrido.
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Azula: El Fuego y La Sombra■CANCELADA■
Romance"Una vista más de cerca al alma del monstruo" El equilibrio de un mundo dividido en 5 regiones diferentes y regido por el control de los 4 elementos. Poderes elementales que se decía eran controlados por el avatar, el también llamado puente entre lo...