Nuevo rumbo.

2.8K 195 4
                                    

-Mais bon?- me pare al escuchar voces provenientes del despacho- Oui, Somes et tout?, oui, je viens bientôt, au revoir- escuche como se despedía.  

-¿Qué ha pasado?- le pregunte desde la puerta del despacho.

-Mi abuelo, le han detectado un tumor cerebral, está ingresado en un hospital allí en Paris, voy para allá- dijo apoyando los codos en el escritorio y pasándose las manos por el pelo.

-Voy contigo- sentencie, Dominique era como de mi familia, ellos aunque no estuviera Ana eran mi familia, los quería de igual forma.

-No, es mejor que te quedes aquí- dijo mirándome con el ceño fruncido.

-No, sois como de mi familia y quiero ir, si no me dejas ir contigo iré solo, pero iré- dije firmemente.

-De acuerdo, Isabella se quedará aquí, saldremos después de comer tengo que hacer un par de cosas antes- yo asentí y subí arriba a hacer mi maleta.

-¿Dónde vas?- me pregunto Inma apareciendo por el umbral de la puerta.

-A Francia, el abuelo de Alexandre está en el hospital, le han detectado un tumor- dije mientras iba metiendo cosas en la maleta.

-¿Podemos ir?- me pregunto acercándose a la maleta.

-Sería mejor que os quedarais aquí, Isabella también se queda, solamente nos vamos Alexandre y yo, así que no creo que tardemos mucho en venir- le dije dándole una sonrisa tranquilizadora.

-De acuerdo, dale recuerdos a todos- dijo refiriéndose a la familia de Alexandre, la verdad era que todos nos llevábamos muy bien con la familia de Alexandre, Inma y Bea se fueron cuatro meses allí a su casa porque el abuelo de este decía que como ellas eran de su mafia las seguirían entrenando ellos allí, y así fue como ellas consiguieron toda la precisión que hasta ahora han demostrado.

Yo termine la maleta poco tiempo después de que Inma saliera de la habitación, baje las escaleras hacia la cocina donde estaba Arabelle con mi ahijada intentando darle de comer pero al parecer de eso ella no quería.

-¿Qué está comiendo?- le pregunte abriendo la puerta del frigo para cogerme un botellín de agua.

-Puré de zanahoria, pero al parecer no quiere comer hoy- dijo Arabelle frustrada mirando con cara de enfado a mi ahijada.

-A lo mejor el puré de patatas le gusta más- dije encogiéndome de hombros- ¿Dónde has dejado los potitos?- le pregunte al recordar que esta semana pasada la niña estaba comiendo potitos.

-No quedan y Noah ha ido con Kyan y Luciano a hacer algo- dijo intentando darle otra cucharada a la niña- me rindo- dijo dejando la cuchara en el plato y echándose hacia atrás en la silla.

-Yo voy a por los potitos espera- dije cogiendo las llaves del coche.

-Gracias- dijo dándome una sonrisa cansada.

Conduje hasta el primer supermercado que había, busque los potitos y no los encontré, salí rápidamente del supermercado me monte en el coche y puse rumbo al próximo supermercado. Llegue hasta el supermercado que estaba al lado del parque donde había traído a mi ahijada anteriormente, me baje del coche y entre directo a la sección de bebés, potitos, cogí un carrito y eche cuatro pack de carne con verduras, otros cuatro de noche y otros cuatro de arroz con carne, cuando me di la vuelta para echar estos últimos pack me encontré con una corta melena rubia y unos ojos azules grandes, era Alina.

-Hola Alina- dije saludándola, desde aquel día en el parque solamente habíamos hablado por mensaje y cuando queríamos quedar o yo estaba ocupado o ella estaba liada y todavía no habíamos podido quedar. 

-Hola Alejandro- dijo sonrojándose, que mona- ¿Qué tal?- me pregunto mientras me miraba sonriente.

-Pues bien, no me puedo quejar ¿y tú?- le pregunte echando los últimos potitos en el carrito.

-Bien también, ahora que te veo mejor- dijo poniéndose aún más roja.

-Pues gracias- dije rascándome la nuca.

-De nada hombre, el que decía que no era su hija- dijo, al principio no la entendí pero luego me señalo los potitos y lo entendí todo.

-No- dije riéndome- es verdad, no tengo, son para mi ahijada- dije todavía riéndome.

-Te creo te creo- dijo ella también riéndose.

Estuvimos un rato más hablando y quedamos para la semana que viene ir a tomar un café, después me monte en el coche y puse rumbo a casa.

-Ya he llegado- dije cuándo entre por la puerta.

-Estamos en la cocina- escuche gritar a Arabelle.

Entre a la cocina donde estaban ya todos, o casi todos porque todavía faltaban Bea y Alexandre.

-¿Dónde está Bea?- le pregunte a Luciano dejando los potitos encima de la isla.

-En su casa, decía que tenía que hablar con su madre- dijo encogiéndose de hombros yo asentí y me acerque a mi ahijada con un potito de carne con verduras en la mano, a ella enseguida se le iluminaron los ojos y empezó a hacer cosas raras con las manos para que se lo diera.

-Toma pequeña- dije tomando una cuchara para después empezar a dárselo.

-Vales como papá, Alejandro- dijo Inma apoyada en la isla, observándome, al igual que todos- ya puedes empezar a aprender cielo, yo quiero uno de esos- le dijo a Kyan mientras que este miraba para todas partes menos a ella- sí, sí, te estoy hablando a ti, no te hagas el autista- todos empezamos a reír, sobre todo cuando Noah le puso un delantal a Kyan que ponía ‘’Súper papá’’.

Rato después llegaron Alexandre y Bea, Bea tenía los ojos llorosos así que rápidamente se subió para la habitación y Luciano fue tras ella, los demás comimos en silencio para poco después Alexandre y yo nos montaramos en el coche y poner rumbo al aeropuerto.

Nos subimos los dos en el jet privado de su familia y pusimos rumbo a Francia.   

Mátame. (NPSA3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora