໒❛ 𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒𝐒𝐈𝐓𝐈𝐄𝐒 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈

Capítulo veinticinco

Los cuerpos esparcidos sobre las sábanas que descansaban en el suelo eran la única vista que el sol del amanecer alumbraba para los tres adolescentes que estaban recogiendo sus cosas.

No pudieron despedirse porque tuvieron que salir casi corriendo de vuelta a casa de los Isbell, la cual ya se encontraba vacía para cuando llegaron, dando a entender que el matrimonio se había ido a la iglesia temprano.

En ese momento Kurt sintió un revoltijo en su estómago, sus padres ya deberían haber leído y visto la carta que las chicas le habían enviado con evidencia de sus salidas con el pelirrojo. Un apretón en su hombro le hizo voltearse encontrándose con aquel gesto tranquilizador por parte de Dave, el chico estaba preocupado por la estabilidad emocional de su mejor amigo.

Se adentraron a la habitación del pelinegro sacando un par de prendas para poder darse una ducha rápida.

Kurt llevaba una camisa de botones mangas largas blanca dentro de un jeans negro roto por las rodillas, sus botas de siempre y el par de cadenas que decoraban su pantalón.

Izzy escogió una camisa manga larga, un pantalón de mezclilla y sus botas de cuero sintético siendo todo de color negro, a eso sumándole un arnés en la zona del torso.

Dave un suéter negro con rayas rojas, por debajo una camisa de botones blanca, un short café que llegaba por debajo de la rodilla y sus zapatos deportivos.

Ya estando limpios se sentaron en el suelo con sus materiales empezando con la maqueta para su proyecto, era sobre la concepción de la vida, tema que no les interesaba del todo porque no les parecía agradable opinar sobre algo que ellos no podían hacer. Iglesia católica igual a provida.

Tres mocosos rebeldes en medio del progresismo igual a proabortos.

De igual forma llevaban un trabajo bien organizado, Kurt se encargaba de dar las ideas y ellos de aplicarlas, el rubio tenía una mente privilegiada junto a una creatividad infinita que hacía del proyecto más agradable a la vista.

Pronto llegó la hora de que cada quien volviera a su casa, los señores Isbell habían regresado ya hace varias horas, la noche estaba por caer de nuevo, se escuchaba en los murmuros del aire chocando contra la ventana de la habitación.

Miedo, le comía vivo como las ratas en aquella tortura de la inquisición, era doloroso y al mismo tiempo le provocaba una presión en su estómago que empujaba su poca comida ingerida durante el día hacia su garganta.

Dave le acompañó hasta la casa, Izzy también había querido ir pero tenía una salida junto a su pareja y no pensaban interrumpir las cursilerías de la pareja.

El castaño dejó a su amigo en la entrada de la casa, tomándole por los hombros murmuró un «no tengas miedo, eres fuerte, Kurt» antes de darle un fuerte abrazo e irse.

Caminar hacia tu muerte era una cosa, pero caminar hacia el mismo infierno tomado de la mano de tus mayores pecados era peor aún.

Saber que si ese «Dios» en verdad existe no te tiene un gramo de misericordia por hacerte parte de ese grupo de personas que dice odiar, no hay una salida, estás encerrado en la dama de hierro siendo acuchillado por tu mal manejo de decisiones.

Sacó sus llaves de su bolsillo abriendo la puerta de la casa, se adentró con lentitud evitando hacer un mínimo ruido para no llamar la atención, era lo que menos deseaba.

Con el dolor de su alma tuvo que presenciar una semana brutal, que quemaba como un fierro caliente marcando tu piel descubierta.

Su padre empujó a la menor de los Cobain para que saliera de la habitación, la menor parecía estar llorando desde hace varias horas suplicando porque parase y tras ellos venía la mujer que solían llamar madre.

—. Kurt Donald Cobain.

Esa voz demandante penetró sus oídos haciéndole temblar y encogiendose en su lugar como si fuera el culpable del peor crimen del mundo.

Quizás era su fin.

Quizás... Nunca volvería a ver a Axl.