໒❛ 𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒𝐒𝐈𝐓𝐈𝐄𝐒 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈

Capítulo quince

¿Por dónde iniciamos? Por supuesto, un lunes. Una nueva semana iniciaba, su fin de semana se volvió horrible luego del pequeño regaño por parte de su madre.

No había querido ir a la iglesia pero a insistencia de sus padres no tuvo mucha opción, eso sí, se escapó de la reunión del grupo juvenil junto a su nuevo amigo Izzy, habían platicado un poco sobre lo que querían hacer luego de graduarse, al parecer el pelinegro quería unirse al negocio de Anthony y... No era una mala idea después de todo, el negocio era grande y contaban con el establecimiento algo lleno los fines de semanas y por las noches en los días de semana.

Quizás con más trabajadores podría volver un negocio aún más grande.

Pero después de eso volvió a su casa para soportar las absurdas ideas de sus padres, los escuchó hablar sobre como el muchacho de la otra vez podía ser una linda pareja para su hermana, asumiendo que el chico podría estar siquiera enamorado de la chica. Debía admitir que su hermana si parecía algo atraída por él pero... El chico a primera vista no.

Debía dejar de analizar su fin de semana los lunes por la mañana, se llenaba la cabeza de ideas estúpidas cuando estaba por ir a clase de matemática.

-. ¿Quieren que los vaya a dejar? - La voz femenina de su madre inundó su cabeza, sacándole de su ensoñación.

-. No, tomaré el autobús.

Dejó a un lado su desayuno, se levantó de la mesa bajó la atenta y confusa mirada de su familia, pasó tomando su mochila de sala colgandola sobre sus hombros. Un ruido extraño fuera de la casa llamó su atención, con algo de temor se volteó hacia la cocina esperando que no salieran o notaran la situación.

Abrió la puerta y cuando lo hizo, estacionado a un lado de la acera estaba Axl con su motocicleta, sostenía el casco con su mano y en cuanto lo vió salir lo extendió hacia él.

No se lo esperaba realmente, no habían hablado desde el encuentro en casa de Anthony así que no esperaba verlo en esos días. Se acercó tomando el casco, mientras se lo colocaba escuchó un carraspeo tras él y ahí sintió que su mundo entero se venía abajo, tenía miedo de voltearse porque al estar tan concentrado en ver el rostro del pelirrojo no había reconocido esa voz, los orbes verdes se fijaron con confusión sobre su rostro asustado, casi paniqueado.

Decidió voltear para poder enfrentar su destino, para suerte se encontró con su hermana, aunque tampoco tenía un gesto muy agradable.

Le sacó la lengua de forma infantil, se subió a la motocicleta aferrando sus manos en la cintura del pelirrojo.

El viaje hacia la institución fue de lo más placentero que había sentido en su vida, el viento en su rostro, la calidez del ojiesmeralda contra su cuerpo de una forma tan agradable y lo mejor de todo: Axl.

Eso era lo mejor, el simple hecho de ir junto al chico que básicamente se estaba volviendo una necesidad en su vida para saber que sus días iban a ir bien.

El pelirrojo estacionó frente a la entrada de las instalaciones, el menor bajó del medio de transporte quitándose el casco para poder devolverlo a manos de su dueño.

-. ¿Te veré en la tarde?

Aquella pregunta aceleró su pulso, sentía que su corazón podría hacerle competencia a cualquier súper héroe que fuera a gran velocidad de lo rápido que iba, toda su sangre debió, aún así, haber subido a su cabeza pues sintió sus pómulos calurosos tiñendose del color de un rubí.

-. Procuraré llegar, lo prometo. - Un asentimiento.

Una sonrisa, dios, qué sonrisa. El ojiesmeralda tenían un algo que lograba encantarle como a una serpiente con una flauta, lo guiaba a querer estar más cerca, tocar sus labios otra vez con los suyos como aquel día en el nuevo departamento del mayor.

Cómo despedida antes de irse, revolvió los cabellos rubios logrando desordenarlos y dejando unos cuantos mechones rebeldes yendo de un lado a otro por las brisa. El rubio quedó con una sonrisa complacida, en serio que su lunes estaba yendo cada vez mejor, nada podría arruinarlo, ni sus padres con sus regaños ni las habladurías de sus profesores.

Dió media vuelta para adentrarse al lugar pero, justo en la entrada, Dave e Izzy le observaban, el primero con una sonrisa pícara y el segundo con una ceja alzada.

¿Lo habían visto con Axl?

Ojalá que sí.

Quería que todos hubieran visto.

Quería gritar a los cuatro vientos que se había enamorado.