Capítulo veintidós

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Jueves, ya casi se acababa la semana, terminó su miércoles viendo películas en su computador y haciendo sus tareas para el siguiente día, estaban a pocos meses de la graduación y ya había enviado sus solicitudes a las universidades por correo antes de salir de su casa hacia el instituto.

Debido a sus calificaciones sabía que podrían aceptarle en casi cualquiera, pero una que no quedara tan lejos de su casa sería una buena opción.

Aparte de eso no había visto a Axl desde el martes, el día anterior le comentó por mensajes que tendría mucho trabajo esos cuatro días, supuso que se verían hasta el sábado en casa de Anthony.

Pero sus mensajes de buenos días, buenas tardes, buen provecho, buenas noches y deseándole un lindo rato nunca hacían falta logrando sacarle sonrisas fugaces al rubio.

El simple hecho de ver la notificación de un mensaje por parte del pelirrojo le aceleraba el corazón como nunca, pero debía admitir que era mejor cuando estaban pasando el rato juntos.

Al entrar a su salón de clases notó que estaba vacío, el día anterior se durmió mucho más temprano logrando recuperar horas de sueño y se había despertado media hora antes de lo acostumbrado, por eso su llegada tan temprana a clases.

Lo que en verdad le había robado la respiración era una cosa, en la pizarra había impresa una foto suya en su cita del martes junto a Axl, con marcador rojo el pizarrón tenían en letras grandes la palabra «Maricón».

Se apresuró a arrancar la fotografía, la rompió hasta hacerla mil pedacitos, la tiró en la basura para luego borrar el marcador buscando que no se notara para nada lo que ahí decía.

Tiró su mochila sobre el pupitre notando que había otro sobre encima de la mesa, lo tomó entre sus dedos notando como empezaban a llegar algunos compañeros.

Quería tirarse a llorar ahí mismo con el corazón en la mano siendo atravesado por la dura realidad, ¿Quién debía ser esa persona tan cruel como para hacer eso? Divulgar su vida fuera de las instalaciones escolares.

Abrió el sobre para sacar la nota que tenía dentro, siendo esta vez escrita con tinta roja.

«Sabía que dirías eso, pero bueno, cada quién. ¿Qué pensarán tus padres cuando esto llegue a su correspondencia el domingo?»

Revisó dentro del sobre donde habían más fotografías, todas de su cita con el pelirrojo y del lunes, donde se habían estado haciendo mimos en el sofá de la tienda de tatuajes.

Guardó todo dentro de su mochila sintiendo la desesperación apoderándose de él, el aire comenzaba a faltarle y sintiendo una pequeña punzada en su pecho que le dificultaba tomar aire.

Dave, quién iba entrando a penas al salón, sabía reconocer cuando su mejor amigo estaba teniendo un ataque de ansiedad, tras él venía Izzy a solas y su profesora de matemática.

Se acercó a la mujer para comentarle la situación y dando un aprobatorio dejó que fuera por el rubio para sacarlo del salón junto con sus cosas en manos.

Cuando estuvieron en el solitario pasillo le ayudo con su respiración para que se fuera relajando de poco, le daba aire con uno de sus cuadernos y tras varios minutos en esa desesperante situación el ojiazul empezó a calmarse poco a poco.

—. ¿Qué ha pasado? — La voz bajita del castaño penetró los oídos del rubio haciendo retumbar en su cabeza el recuerdo de la nota, las imágenes y lo escrito en la pizarra.

Le quitó su mochila al más alto para sacar la nota junto con las fotografías y mostrarselas a su mejor amigo, con cierta confusión las tomó leyendo y analizando las imágenes que frente a él yacían.

—. ¿Es la misma chica? — Le regresó las cosas para que las escondiera en la mochila de nuevo.

—. Obvio que sí, Dave... ¿Qué voy a hacer? Mis padres van a matarme. — De nuevo la desesperación quería hacer presencia.

—. Kurt... Lo siento, pero si ella ya envió esto no podemos hacer nada, tendríamos que salir de casa de Anthony a las cuatro de la mañana para recuperar la posible carta que envió. — Le tomó por los hombros al ver que ya no estaba tan alterado.

—. Me van a matar, me enviaran a un reformatorio, van a alejarme de Axl... — El océano que permanecía en sus preciosos ojos azules empezó a acumularse a grandes cantidades.

—. Cálmate, eso no va a pasar, hay que ser positivos. Escúchame, todo estará bien, necesitas desperjarte. — Le dejó una pequeña palmada en su hombro y con su cabeza le indicó que le siguiera. —. Vamos por unos croissants, ¿Si?

Recibió un asentimiento por parte del más bajo que caminó tras él para aprovechar su ahora hora libre de esa mañana.

໒❛ 𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒𝐒𝐈𝐓𝐈𝐄𝐒 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora