capítulo 1

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— Te estoy diciendo que hace mas de dos semanas no me baja, me da asco todo. Tengo un mal presentimiento Tania.

Caminaba de un lado a otro, sintiendo la mirada de furia de mi mejor amiga.

— No nena, lo que tenes es un bebé. Es que sos pelotuda Angie.

Suspiré y me senté en el piso del baño. Tania me miraba apoyada en la puerta. La había hecho levantarse muy temprano para venir.

— Sos consiente de que si estuvieras embarazada, Ashley va a querer matarte. 

— Solo fue una vez, y yo no sabia que era el novio de Ashley, sabes muy bien que si hubiera estado enterada jamás hubiera pasado todo.

Me levanté para enjuagar mi boca y escupir. Lavé mi cara y no pude evitar notar las grandes ojeras en mi rostro, los vómitos no me dejaban dormir casi nada por la noche.

— Y con esa sola vez, te podes arruinar la vida Angie.— La rubia hablaba fuerte mientras me daba un poco de papel para secarme la cara.

No sabia que hacer, no podía ser verdad todo esto. No podía estar embarazada de el novio de mi prima, solo fue una maldita vez.

— Vamos a hacer algo, voy a llamar a Mateo y le voy a pedir que venga para que te hagas la prueba y hablen tranquilos.— Dijo mientras sacaba su celular y yo me sentaba en el piso tratando de calmarme un poco.

Flashback

— ¡Hoy cerramos boliche¡ — Tania perreaba, bailaba y hacia movimientos extraños con sus brazos, me parecía muy gracioso verla en este modo y solo podía reír e intentar imitar sus pasos turros.

Hace menos de una hora habíamos llegado y ya llevábamos algunas copas, especialmente Tania. El boliche estaba repleto por todos lados, había un buen ambiente de día sábado.

— Eu, ese pibe te esta mirando hace banda amiga, voltea discretamente.— Me dijo disimulando entre saltos y bailecitos.

Me di vuelta haciendo como si estuviera bailando y efectivamente un pibe sentado en la barra con varios chicos a su lado me miraba casi sin pestañear. Apenas se dio cuenta de que lo observaba, me guiño un ojo.

Le hice un gesto con la mano para que se acercara y sin dudarlo un segundo, lo hizo.

Tania se había marchado con una piba a otro rincón apenas se dió cuenta. Me encantaba mi mejor amiga, sabía exactamente qué hacer.

Al estar al frente mío, sonrió y enseguida me derretí. Su sonrisa era hermosa y el era precioso. Era un toque más alto que yo, tal como me gustaba.

— Mateo. — Se presentó — ¿Y vos?

— Angie. — Respondí sonriendo.

— ¿Bailamos?

Asentí y dejé que me tomara por la cintura para comenzar a bailar.

Luego de bailar bien pegados, con sus manos en mi culo y mis manos alrededor de su cuello, la temperatura empezó a subir a niveles inexplicables. Nos separamos regulando la respiración y sin perder tiempo me invitó a ir a su auto fuera del boliche a lo que enseguida acepté.

Le dejé un mensaje a Tania preguntándole si estaría bien, ella enseguida contestó que se iría con una morocha a un hotel cerca de aquí. Le mandé un "ok, suerte" y seguí al morocho hacia su auto.

Apenas salimos comenzamos a besarnos y al llegar al auto, nos detuvimos para comenzar el trayecto a mi departamento que solo quedaba a 15 minutos de el boliche. Mi madre casi nunca estaba en casa y hoy era uno de esos días.

Apenas llegamos a mi puerta, entramos rápidamente y enseguida me levantó por debajo de los muslos haciendo que enredara las piernas alrededor de sus caderas y que nuestros cuerpos encajaran perfectamente.

Cerró la puerta con el pie y comencé a sacarme la blusa obligándonos a separarnos por breves segundos.

— ¿Tu cuarto?

— Pasillo, la puerta derecha — bese su mandíbula y cuello mientras el morocho se dirigía a mi cuarto.

A la mañana siguiente cuando desperté, desnuda y con el sol pegando directo en mi cara, había una nota en mi mesita de noche que decía "te ves hermosa durmiendo, me tuve que ir antes porque tengo compromisos importantes, adiós."

Fin Flashback 

Días después de eso, nos volvimos a ver en una cena familiar, en dónde mi prima lo presentó a todos como su novio de forma oficial.

— Dijo que venía para acá pero que no tenía mucho tiempo porque tiene que grabar o algo así, no entendí mucho. — Tania se sentó frente a mí tratando de darme un poco de consuelo.

Al final, la rubia conocía a Mateo ya que era el mejor amigo de su hermano, Camilo.

— Bueno va a tener que hacerse el tiempo porque de esta no escapa.

— Yo ya me voy yendo, me llamas cualquier cosa reina, te amo.

Me abrazó y murmuró un "todo estará bien" antes de irse.

Casi diez minutos después, el timbre sonó y los nervios crecieron en mí al saber que era él, el papá de mi posible hijo (si existía) y el novio de mi prima al mismo tiempo.

Me levanté a abrir la puerta y apenas lo hice este me escaneo de arriba a abajo de manera lenta, inspeccionando si había algo mal en mí. 

— ¿Qué pasa? estoy un poco ocupado hoy, podemos vernos otro día si es lo que buscas.

— Que pena por ti, dale pasa a mi cuarto tengo que hablar con vos.

Levantó las cejas algo asombrado por mi tono de voz pero no dijo nada e hizo lo que le pedí.

Suspiré tratando de mantener la calma y cerré la puerta. Pasé a mi cuarto viendo como él estaba sentado en la cama, parecía incomodo y jugaba con sus dedos.

— Voy a ser directa. Hace dos semanas que no me baja, me he sentido mal y vos fuiste la última persona con el que estuve. — Me senté a su lado mientras hablaba rapidísimo, estaba nerviosa. 

— Eu eu, baja un cambio. lo único que entendí fué que no te baja, dale repite lo demás.

Asentí y le expliqué de manera más lenta lo que sucedía. Él quedó mudo, solo desordenaba su cabello y suspiraba.

— Vos crees que estás embarazada ¿de mí?

— Eso es justamente lo que estoy diciendo Mateo — Rodé los ojos.

— Y la prueba ¿La hiciste?

Negué con la cabeza y me levanté para buscar en mi cajón el test.

— Quiero que estés acá para que veas el resultado igual.

Me metí a el baño y una vez el test hecho, salí y lo puse en la cama, me senté alado de Mateo y ambos mirábamos fijamente el test esperando a que diera algún resultado sin decir absolutamente nada.

Algunos minutos después, salió el resultado. No estaba mirando el test pero Mateo me avisó que estaba listo.

— ¿ Que significa una rayita? — preguntó mirándome fijamente.

Suspiré aliviada y sonreí.

— Negativo.

— Vamos a ser papás Angie, hay dos rayas acá.

Mi sonrisa se desvaneció inmediatamente. Le quité el test de las manos y comprobé que decía la verdad. Las dos rayas estaban muy marcadas. 

¿Cómo mierda le iba a explicar esto a Ashley? Al parecer, Mateo tenía la misma pregunta. Lo supe apenas su cara de volvió pálida y a los segundos cayó desmayado al piso.

Una Vez ; Un pequeño error  [Trueno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora