Capítulo 34: "Temas pendientes"

543 30 6
                                    

Maratón 2/3

A la mañana siguiente

—Bebeeeee... bebeeeee —Seulgi estaba sentada en posición de indio en la cama donde Irene dormía plácidamente, toda estirada y de costado con su estómago mirando hacia la pelinegra. Esa posición le había favorecido a Seulgi para tener la panza de la excastaña a una mirada de distancia.

De hecho, apenas la pelinegra se levantó lo primero que hizo fue mirar la panza de Irene, bueno tal vez lo segundo que hizo fue eso, porque teniendo a la excastaña desnuda junto a ella, otras cosas habían entretenido su visión por más de unos segundos. Pero luego de mirar por varios minutos a su chica, la cubrió con la colcha para no tentarse y luego si se levantó, se puso sus boxers y su top deportivo y volvió a la cama para sentarse y enfrentar a su hijo o hija.

—Bebeee —lo llamaba a susurros procurando no despertar a su novia —. Hola, bebé —saludó agitando la mano hacia la panza de la rubia una vez que pensaba que había despertado al bebé con su llamado —. Yo... yo...tu mamá... —se tocó el pecho —. Quería pedirte... mereces que... que yo te pida perdón por haber reaccionado así apenas supe de tu existencia —era al único que le faltaba pedirle disculpas —. Lo hice porque tenía miedo y... y... según Seolhyun soy una gran cobarde pero ya no —le aseguró agitando la cabeza —. Ahora... ahora... ahora yo voy a ser la mejor mamá del mun... bueno, la segunda mejor del mundo porque estoy... estoy segura de que Irene va a ser la mejor -le dijo con confianza y sin darse cuenta de que había una rubia que se hacía la dormida, pero que estaba muy atenta a lo que la pelinegra estaba diciendo.

Después de las disculpas Seulgi suspiró profundamente y apoyando los codos en cada una de sus piernas miró intensamente al estómago. Volvió a suspirar.

—Bebé... bebeeee. ¿Te dormiste? —Seulgi suspiró —. Hola, bebe... Perdón por despertarte es que... lo hice porque... porque... quería decirte que... es lo último que te digo y te dejo dormir, quería decirte que te amo con todo mi corazón y con toda mi alma y que... que... que si llegas a tener un... un... —no estaba segura si podía decirle esa palabra o no a un bebé que todavía no había nacido — ...Bueno, si llegas a nacer como yo, no te vamos a abandonar, ni te vamos a querer menos, ni nada... ni nada de eso —agitó su cabeza —. Te vamos... te vamos a amar mucho, mucho más y yo... y yo... E Irene también y tu hermana Jennie, te vamos a.... te vamos a proteger y cuidar y querer mucho, mucho y nunca te va a pasar nada de nada —Irene sabía que la pelinegra tenía miedo de que a su hijo le pasara las mismas cosas que ella había vivido —. Además, si... si... naces con un... con un... bueno como yo, no es tan malo porque... porque... —la pelinegra se acercó aún más a la panza — ... a las chicas parece gustarle. _le susurró en secreto. Susurro que hizo que Irene tuviera que apretar sus labios más fuertes que nunca para aguantar su risa.

A Seulgi le pareció notar que el cuerpo de la otra chica se movía y miró rápido la cara de su novia, pero sus ojos estaban cerrados asique volvió a concentrarse en el estómago de la chica, apoyó sus codos en sus rodillas y su pera en sus manos.

—Solo falta... —contó con sus dedos —. Solo faltan ocho meses más o menos para verte —alguien estaba ansiosa —. Ojalá... ojalá... Cuando te vea por primera vez, te voy a dar mucho pero muchos besos y... y... no voy a poder dejar de mirarte y de cuidarte y... y... te voy a mimar y dar todo lo que quieras y vamos a dibujar las paredes de casa juntos —agregó haciendo la sonrisa de Irene más grande aún —. Pero ahora... ahora... tienes que portarte bien con tu mamá y no hacerla sufrir mucho... —Seulgi se frenó y pensó para de nuevo arrimarse a la panza de Irene —. Si quieres... puedes darle muchas pero muchas gansas de tener.... —se volvió a frenar, esa palabra tampoco debe estar permitida —, muchas ganas de recibir amor de mi parte —Seulgi sonrió orgullosa de sus palabras y volvió a advertir que el cuerpo de Irene se movía un poco. Rápidamente giró su cabeza para ver si la rubia ya estaba despierta pero nuevamente la encontró con los ojos cerrados, la pelinegra suspiró aburrida, quería que su novia se despertara para jugar con ella a los besos y a las caricias.

No soy para ti (SEULRENE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora