Maratón 3/3
En algún centro de estética de Los Ángeles
—¿Pueden creerlo? ¿Pueden creerlo? —Irene repetía la misma pregunta una y otra vez tratando de llamar la atención de alguna de las mujeres que estaban junto a ella — ¿Pueden creerlo? —repitió esta vez con un tono de burla.
La empresaria tenía toda su cabeza empapelada en aluminio y la habían puesto bajo varios focos de color rojo que emitían calor. La novia de Seulgi tenía una revista en sus manos cuyas hojas estaban sufriendo la furia de una Bae porque Irene las pasaba de un lado al otro sin importarle su contenido y mucho menos si su mano se quedaba con una página suelta. Marie estaba a su lado con la revista People en sus manos y tenía su cabeza en las mismas condiciones que su hija, la mujer parecía no prestarle atención a las quejas de Irene y por el contrario se había quedado muy entusiasmada leyendo la noticia del nacimiento de la hija de Kim y Kanye. Del otro lado de Irene estaba Wendy. La canadiense era la otra mujer que la acompañaba en la misma fila de lámparas de calor, pero, al contrario de las mujeres Bae, Wendy solo tenía algunos mechones de pelo envueltos en aluminio y no estaba disfrutando de ningún chisme, sino que en una de sus manos tenía el contrato de compra y venta de la parte que pensaban adueñarse de Lee & Co. y en otra un resaltador amarillo con el que resaltaba las partes más interesantes de lo que leía. Al parecer la canadiense estaba repasando punto por punto el escrito para que nada se les pasara por alto.
—¡Ahhhhhhhh! —Irene ahogó un grito de furia en la revista que tenía en sus manos que para nada le movió un pelo a las dos personas que tenían a su lado, pero si lo hizo con la rubia bailarina que tenía enfrente y que se estaba dejando esculpir sus uñas por una jovencita que estaba concentrada tratando de dejar las uñas de Joy a la última moda sin que su tarea se viera afectada por lo que hablaban el resto de las mujeres que estaban en el salón, lo que era prácticamente imposible.
—Irene... —Joy intentó pero Irene la interrumpió sacando su cabeza de la revista.
—¡Es que ni yo misma puedo creerlo! —afirmó —. Mi novia, la mujer que amo, la mujer con la cual voy a tener un hijo...
—¡Alabado sea el señor! —por un segundo Marie dejó de mirar la revista para hacer una plegaria hacia el cielo.
— ...la mujer que me hace el amor de una manera increíble... —siguió Irene.
—¡Alabado sea el rarón! —esta vez fue Wendy la que dejó el contrato para elevar una oración por el miembro de Seulgi.
— ...la mujer que me hace el ser más feliz de este planeta, logra que la deteste con tres estúpidas palabras... "es mi amiga"..."es mi amiga". —terminó haciéndole burla a la forma en que su novia se refería a Sunmi.
—Irene... —Joy le reprochó —. Tú no detestas a Seulgi —le recordó como si Irene no lo supiera.
—No, no la detesto —le dio la razón —. La amo con todo lo que pensé que nunca podría llegar amar a alguien —afirmó —. Pero me desespera. Seulgi Kang me saca de quicio... ¡Ahhhhhh! —ahogó otro grito en la revista.
—No le hagas caso, Joy —se metió Wendy —. Irene solo está celosa porque alguien quiere quitarle su rarón y llenarlo de diamantes —opinó —. Cosa que yo no haría, a mí me gusta así en bruto, con todo su monstruoso tamaño resplandeciendo. —agregó.
—Wendy... —Irene había hecho un rollo con su revista —. Primero que nada, no estoy celosa, y segundo, a ti no tiene por qué gustarte algo que no has visto y que no te pertenece, ¿de acuerdo? —su voz no temblaba.
Wendy soltó una carcajada seca y corta mientras pasaba la página del contrato.
—Por favor, Irene, no sigas mintiendo que por más que trates, tu nariz no va a ser más grande que el pito de tu novia —la joven que le limaba las uñas a Joy le pifió un poco a la forma circular que le estaba dando a la uña del dedo gordo —. No estás celosa, estás muy celosa, y no lo he visto en vivo y en directo, pero con lo que he visto alcanza para imaginarlo y soñarlo todas las noches. —dijo muy segura.
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No soy para ti (SEULRENE)
FanfictionUna millonaria inversora llega a la ciudad de Seúl acompañada de su socia y mejores amigas con el propósito de arrasar con todo y agregar más logros y millones a su perfecta y controlada vida. Nunca pensó que sus prioridades iban a cambiar de forma...