Cuando Fluke volvió a su habitación después de haber salido, se encontró a First guardando algunas cosas en su mochila.
—¿Estás ocupado? —preguntó, abrazándolo por la espalda.
—Estaba preparando mi mochila. —dijo dulcemente, haciendo que Fluke riera.
—Eres una ñoño.
—Pero no soy ñoño de cualquiera.
—Serás mi ñoño.
—¿"Seré"? —preguntó First, volteando para verlo de frente.
—Serás. Aún no te lo he preguntado oficialmente.
—Y, ¿quién dijo que lo quiero ser? —dijo riendo.
—Golpe bajo, Pusit. Bueno, iré a ver mi horario, ¿quieres que vea el tuyo?
—No es necesario —dijo First, sacando una hoja de su carpeta—: les tomé fotos por la mañana y las imprimí. —dijo, algo apenado, esperando que no sonara acosador.
—Gracias. —sonrió el pelinegro, inmediatamente pegó la hoja justo detrás de la impresora— Estaba pensando...
—¿Sí?
—¿Quieres salir? Es decir, hay una función de cine al aire libre a una hora del campus. Podríamos dar unas vueltas por ahí antes de la función. —sugirió, sonriente.
—Pero ¿cómo vamos a llegar ahí?
—En una hora pasaran por nosotros, así que más vale que estés listo para entonces. —dijo Fluke, guiñándole un ojo.
—¿Es esto una cita, Fluke?
—Pensé que no querías salir conmigo. ¿Quieres que sea una cita, First?
—Quiero que sea una cita.
♡-♡-♡
Algunas horas después, se encontraban sentados en el pasto, debajo de un árbol, ocultándose de la luz del sol. La función se había cancelado, pero le prometió una maldita función al aire libre así que First iba a tener una función al aire libre. Fueron a un mercadillo por ahí, comprando frutas y chucherías, un montón de sodas de distintos sabores que jamás se acabarían ellos solos. Fluke tendió una manta en el pasto y sacó su celular, poniendo una de sus películas favoritas en él.
—Es lo menos que puedo hacer por ti. —dijo— Lo siento, First.
First se sentó frente a Fluke, pausando la película por un momento, lo miró a los ojos, tomó entre sus manos su cara apretándole un poco las mejillas y la acercó hacia él.
—Es tarde para pedir perdón, pero aprecio tus intentos. —dijo, sacándole la lengua. Fluke rió.
—Está bien. —contestó entre risas el mayor, rápidamente le dio un beso en la mejilla a First— Recuéstate sobre mí. —dijo, haciendo que el menor se girara. First se acomodó, poniendo la cabeza sobre el pecho de Fluke. Miraron la película, que a First le parecía muy larga, pero al menos estaba disfrutando de los besos que el mayor le daba de vez en cuando. La película terminó casi después de dos horas.
—¿Qué quieres hacer ahora? —preguntó Fluke.
—¿No deberías hacerme otro tipo de pregunta?
—¿Qué tipo de pregunta quieres que te haga?
—Que sea tu novio o algo así... —contestó, haciendo que Fluke abriera los ojos como plato.
—First, estoy tratando de ser romántico.
—Bueno, entonces consigue una rosa y pídemelo.
—¿No quieres ir a citas antes?
—Te quiero a ti.
Para sorpresa de Fluke, First estaba diciéndolo completamente serio. Miró a su alrededor buscando algo con qué hacerlo de manera romántica.
—Ya vuelvo. —dijo Fluke levantándose. Desapareció por algunos minutos y a First comenzó a darle miedo que lo hubiera abandonado en aquel lugar por ser tan directo. Fluke regresó con una bolsita y un alambre delgado. Se sentó delante de First y comenzó a formar un círculo con el alambre, después, sacó algunas pequeñas florecitas y dientes de león, las colocó en el aro y, al terminar, le coloco la corona delicadamente sobre su cabeza.
—Si me hubieses dado más tiempo de pensar, estaríamos en mi lugar favorito, tendría un papel oficial diciendo que un pedazo de la luna es tuyo, y probablemente tendrías camión lleno de tu flor favorita. Pero creo que hay que cambiar todo eso y crear un nuevo lugar favorito para ambos, ¿no? —dijo, sonriendo. First asintió. Fluke antes de seguir, sacudió sus manos y bufó de nervios: jamás había caído por alguien, mucho menos le habían hecho creer la tonta historia que Nanon le repetía en su infancia, quizás ni siquiera había creído en el amor antes. Finalmente, sacó valor y preguntó: — First, ¿Quieres ser mi novio?.
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Almas gemelas~NaMon
Fanfiction♡; 𝐍𝐚𝐌𝐨𝐧. 𝑪𝒉𝒊𝒎𝒐𝒏 𝒚 𝑵𝒂𝒏𝒐𝒏 𝒔𝒐𝒏 𝒂𝒍𝒎𝒂𝒔 𝒈𝒆𝒎𝒆𝒍𝒂𝒔. Cuando Chimon era pequeño, se abuela solía contarle su historia favorita: la de las almas gemelas. Hoy, Chimon no solo compartía habitación con Nanon, sino también algunas c...