Mi Canción explosiva 💥

temp 2 cap 4...7w7.

Advertencia, este capítulo continente descripciones explícitas y ya tu sabes, si no te gusta este tipo de contenido puedes pasar al siguiente capítulo.

Pdta: no soy muy buena escribiendo este tipo de cosas.

Katsuki abrió la puerta con dificultad, sin soltarla, recostó a la chica sobre la cama, ambos tenían la respiración agitada, apenas podía seguir el ritmo de los besos de el rubio. Ambos estaban sumidos en la exitación que sentían como para detenerse, pero aún eras conciente de que estabas en la escuela y que tu papá era un maestro, con dificultad te las arreglaste para pronunciar unas palabras.

-K-katsuki, p-pu-pueden oirnos-dijiste con la voz raspoza.

El rubio sonrió altanero, mirando a la chica fijamente a los ojos, de una forma que nunca lo había echo, aún sobre ella acercó su rostro para susurrarle de forma seductora.

-deberás guardar silencio entonces Teddy bear-susurro de una manera grave pero a la vez demandante.

Tus ojos se abrieron con sorpresa, esas palabras subieron el calor a tu rostro, el se acercó a tu rostro, tomando salvajemente posesión de tus labios, mordió un poco tu labio inferior, a lo que soltaste un pequeño quejido, el rubio no perdió la oportunidad de introducir su lengua, deseaba explorar cada centímetro de ti.
Poco te gustaba que la gente te controlara, con la poca energía que te quedaba, empujaste a Katsuki contra la cama quedando sobre el, ambos entrarían en un combate por el control.

-aun herida luchas por llevarme la contra...es tan exitante-dijo de una forma tan sensual.

Este empezó a besar tu cuello, bajando lentamente a los hombros, mordiendo levemente de vez en cuando para dejar notorias marcas. Quitó aquella gargantilla, dejando descubierta la aún muy marcada herida de tu garganta, este frunció el seño con molestia, pero no preguntó nada, al menos no ahora, solo besaba con suavidad la zona.
Tu no querías ser la única con aquellas marcas, sin quitarte de aquella posición, retiraste lentamente la musculosa del rubio, dejando expuesto su tan bien marcado abdomen, inconsciente relamiste tus labios por aquella vista, era solo para ti, Bakugo Katsuki era solo para ti, con lentitud y torpeza besabas su cuello, bajando lentamente, acariciando su fornido abdomen con posesión, obteniendo como respuesta leves gruñidos del rubio que te llenaban de satisfacción.
Notablemente el rubio no era sumiso, tomo tu cintura, apegandote a el con fuerza y dejándote de nuevo bajo de el, te sentó sobre sus piernas quitándote lentamente la blusa, dejando libres tus pechos solo cubiertos por el sostén.
Comenzó a besar cada centímetro de ti, siendo más sutil cada vez que llegaba a tus múltiples cicatrices, besaba sobre su vientre hasta sus labios, haciéndote soltar pequeños gemidos y suspiros que tratabas de contener.

-a-ah Ka-Katsuki-soltaste con dificultad.

-voy a hacerte gemir mi nombre toda la noche Teddy bear-dijo con una ególatra sonrisa.

Con rapidez se deshizo del short que llevabas, dejándote tan solo en ropa interior, completamente a su Merced.
Tu rostro se encontraba totalmente rojo, ningún hombre te había visto así en tiu vida, tratas de cubrirte por nerviosismo, era algo vergonzoso para ti, en especial por las grandes cicatrices que ocultabas bajo la ropa.

El impidió que te cubrieras tomando suavemente tu mano, volteó su vista hacia ti, dándote una mirada que transmitía calma, seguridad, haciéndote sentir tranquila, querida, a salvó en su compañía, relajaste la tensión acumulada para solo dejarte llevar una vez más.
Katsuki volvió a tomar la iniciativa, comenzó a masajear tu entrada ya mojada sobre la delgada tela de las bragas.
Su tacto fue una nueva sensación, extraña, placentera, algo aterradora, pero querias experimentar todo ese tipo de sensaciones, con el y solo con el, tu cuerpo no evitaba reaccionar ante aquel contacto, ahogando fuertes gemidos para evitar que los demás escucharan.
Esta acción tuya no le gustaba para nada al rubio, lo tomaba como un reto, deseaba escuchar tus gemidos, que el mundo se enterará que eras de él y solo de el.