~Just be friends~[Haikyuu!!]

Si le haces daño a mi amiga, eres mi enemiga

XXXVI. Si le haces daño a mi amiga, eres mi enemiga.

Si soy sincera, en el momento en que escuché a Tooru pronunciar el nombre de Ushijima Wakatoshi, no pude evitar sentir pena por él. Sé que pensar algo así de un amigo es horrible, pero creo que ni siquiera él se ha dado cuenta de lo que ese pensamiento constante en contra de Wakatoshi lo ha limitado como jugador. Sin embargo, no quería fastidiar a Tooru con una discusión que perfectamente podríamos tener después del torneo, y preferí evadir un poco la plática.

—¿A qué hora es tu siguiente partido? —interrogó la de ojos ambarinos, cambiando rotundamente de tema.

—No has contestado a lo que te pregunté, Leeca—respondió serio, el armador de Aoba Johsai.

La joven, al escuchar a Oikawa insistir con el tema suspiró pesado e intentó irse lo antes posible. Estaba intentando ser amable con su amigo para no desconcentrarlo en su siguiente partido, pero él había reiterado la pregunta.

—Nos encontramos el otro día, y él me dijo que habías hecho lo correcto al terminar conmigo—comentó con un tono algo arrogante—Aunque le dije que había sido yo el que—intentó seguir, pero al ver la expresión en el rostro de Leeca, no pudo finalizar su discurso, y se quedó en silencio.

Cuando le dije esas palabras, parecía como si el rostro de Lee-chan mostrara una expresión que yo nunca había visto. Fue solo un instante, pero pude percatarme. No solo sonrió, sino que se sonrojó levemente al escucharme, y eso es algo que acababa de apuñalar a mi ego. En el tiempo en que estuvimos juntos, no estuve ni cerca de provocar esa expresión en ella.

—Oye Lee-chan, ya dime de una vez—reiteró Oikawa, usando un tono infantil para tratar de convencer a su amiga, mientras ambos eran observados por Iwaizumi, que acababa de acercarse a los dos.

—No es nada de tu incumbencia—sentenció seria, la jugadora de Karasuno—Sinceramente, deberías sacarte un poco de la cabeza a Wakatoshi—aconsejó la de cabellos violetas—Actuando así, solo demuestras que es mejor que tu—sentenció la de ojos ambarinos, que después se retiró del lugar.

Las palabras que Leeca había dicho me sorprendieron un poco, pero no dejaba de encontrarle la razón. Sé tan bien como Oikawa, que Ushiwaka ha sido una sombra para nosotros dos, y acepto que, en muchas ocasiones, me he sentido frustrado. Sin embargo, ella tiene razón, tener a Ushiwaka todo el tiempo en el pensamiento no es algo sano para ninguno de los dos. También sé que Tooru no se lo va a tomar bien.

Mientras eso sucedía, en otro lugar del complejo deportivo, los chicos del equipo de Karasuno se estaban reuniendo poco a poco, ya que prontamente tendrían que enfrentarse a Datekou. Las muchachas también habían quedado de integrarse a la reunión en el mismo lugar para poder escuchar algunas instrucciones de Ukai antes de que el partido iniciara.

—Recuerden que el partido es a las 13:30, aprovechen este tiempo antes de que nos enfrentemos—pidió el rubio, que luego vio hacia donde estaban la mayoría de las chicas—Ustedes jugarán a la misma hora—agregó, haciendo que más de una se decepcionara con esa información.

—Es una lástima, no podré ver a Kageyama-kun—pensó Oyuki, viendo que Ozora estaba con mala cara—Y a ti ¿qué te pasa?

—Solo pensaba que Leeca no ha regresado—contestó simplemente, haciendo que la otra muchacha tomara su celular para poder ubicarla.

En el momento en que Oyuki iba a marcar el teléfono de Masamune, sintió como alguien acababa de colocar su mano sobre la de ella. Era Leeca, que acababa de llegar al lugar.