Capítulo 1

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ZEE

Han pasado dos años desde la primera vez que vi a Saint en la sala de reuniones de la productora de Mew. Dos años en los que casi lo perdí por mi estupidez, dos años en los que casi muero y dos años de absoluta y devastadora felicidad.

Y ahora estoy a unas horas de decirle al mundo entero que Saint es mi mayor logro, la mejor elección que he hecho nunca y mi corazón late desenfrenadamente.

Es curioso, cuando le pedí que se casara conmigo y después en todo el proceso de preparación de nuestra boda he podido mantener mis emociones a raya, pero ahora que el día ha llegado me asaltan mil dudas. No dudo de mi amor, ni del suyo, solo tengo un pequeño resquicio en mi mente que me pregunta si Saint se arrepentirá de esto que estamos empezando o si para él es tan emocionante como para mí. Sé que se supone que no debo ver al novio antes de la ceremonia pero tengo que hablar con Saint.

Salgo sigilosamente de la habitación del hotel que tengo asignada para mí y busco la de Saint, por lo que pude escuchar es la habitación 203. Cuando la encuentro abro lentamente por si hubiese alguien más dentro, si me atrapan mis planes se irán al traste.

Oigo a alguien salir del baño y cuando mis ojos se dirigen en esa dirección veo al ser más esplendido de este planeta. Mi ángel está vestido de blanco con su pelo recién peinado y un brillo especial en la mirada. Puede ser que me haya desmayado de la ansiedad y ahora estoy en el cielo, porque mi novio parece malditamente irreal.

-Zee, ¿qué haces aquí?, tu madre nos matará si te ve. Además da mala suerte ver al novio antes de la boda- me dice simulando enfado, pero con esa sonrisa suya que acaba con mi vida.

-Tenía que hablar contigo- le digo todavía en shock por su aspecto.

-¿Qué pasa?- me pregunta con un poco de ansiedad en su voz.

-Estás hermoso mi ángel- le digo acercándome hasta él. Mi mano no puede evitar rozar su mejilla y mis labios rozar los suyos. Es toda la energía que necesitaba para sobrevivir a este día.

-Zee, ¿estás bien? ¿Te preocupa algo? ¿O acaso estás arrepintiéndote?- me pregunta alarmado.

-Por supuesto que no, solo temía que tú si pudieras estar pensándotelo, necesitaba verte y abrazarte un poco. Ya me conoces soy un poco neurótico.

-Estoy bien amor, estoy seguro de esto y no puedo esperar a ser tu marido, ¿más tranquilo?- me dice.

-Ahora que he podido verte, sí, lo estoy- le respondo.

-Pues ahora lárgate por dónde has venido antes de que tu madre nos patee el culo a los dos- me dice empujándome hasta la puerta.

-Te quiero mi ángel- le digo.

-Yo también te quiero Zee, ahora vete- me responde cerrando la puerta tras dejarme en el pasillo.

SAINT

He terminado de vestirme y me echo el último vistazo en el espejo del baño. Me obligo a respirar con tranquilidad y me digo a mi mismo que puedo hacerlo, Zee me está esperando para casarse conmigo. Ojalá pudiese verlo un segundo, poder hablar con él y comprobar que todo va bien. Pero en breve Earth estará aquí para llevarme al altar y todo empezará a rodar por si solo.

Satisfecho con lo que veo en el espejo salgo del baño sin esperar lo que me encuentro en el medio de la habitación. Zee vestido con un traje negro impecable que contrasta con su camisa blanca y con sus impactantes ojos que no se apartan de los míos.

Si la madre de Zee nos pilla nos matará, pero agradezco a todos los dioses que me han concedido un minuto a solas con él.

Zee solo quiere comprobar que toda va bien, el mismo sentimiento ha recorrido nuestros corazones. Él me abraza y deja un suave beso en mis labios y yo con este gesto estoy preparado para enfrentarme a lo que sea que nos depare este día.

Hago que salga de la habitación justo a tiempo, porque dos minutos después Earth viene a buscarme para llevarme a la ceremonia.

-Estás perfecto Saint- me dice dándome un beso y un abrazo suave.

-Tú también estás precioso- le contesto y es toda la verdad, la cicatriz ha desaparecido de su preciosa cara y lo veo más feliz que nunca, Kao y Gun hacen milagros con la salud mental de mi amigo y yo no puedo estar más contento por él.

-Hoy serás el centro de todas las miradas, bueno y tu sexy novio, porque te vas a caer de culo cuando lo veas- me dice guiñándome un ojo.

Si supiera que ya he visto a mi increíble hombre vestido con ese traje a medida y que mi corazón y algo más al sur en mi cuerpo no han dejado de latir desenfrenados desde entonces.

Bajamos a la sala principal de este precioso hotel que hemos elegido para casarnos. En cuanto llegamos a la puerta de entrada Earth le hace una seña al pianista y la marcha nupcial resuena en toda la sala. Mis manos tiemblan tanto que Earth me las aprieta en una señal muda de apoyo.

-Lo harás bien- me susurra y no sé cómo pongo un pie delante del otro y camino por el suelo alfombrado hasta el altar donde el juez de paz y Zee esperan por mí.

Me concentro en él, es el amor de mi vida y me casaré con él, a pesar de todo y de todos, estamos aquí juntos.

Después de un paseo interminable por fin Earth le entrega mi mano a Zee y deja un suave beso en mi mejilla, mi mejor amigo, mi hermano siempre a mi lado.

Miro a Zee que me devuelve la mirada con determinación, las dudas o los miedos que le llevó a mi habitación hace unos minutos han desaparecido por completo, ahora es mi novio, fuerte y decidido, más decidido que nunca.

El juez nos da la bienvenida y nos cede la palabra para que podamos decir nuestros votos frente a la gente que nos ama.

Hoy aquí se han reunido las personas más importantes de nuestras vidas, solo las que realmente nos aman y desean lo mejor para nosotros.

Los padres de Zee, Kao y Earth en primera fila nos miran con tanto cariño que se me hace un nudo en la garganta. También Gulf de la mano de Mew nos dan su total amor y apoyo incondicional. Tener tantas personas a las que llamar mi familia hace a mi corazón latir como loco, esta felicidad que siento arrasa con todo a su paso.

Miro a Zee y me aclaro la garganta antes de empezar a decir lo que he repasado en mi mente un millón de veces.

-Zee, sabes que eres lo más importante en mi vida, algo extraordinario pasó cuando te conocí y todo mi mundo se puso patas arriba. Reconozco que nunca me di permiso para desear todo lo que tú me das, era algo que podía ver desde fuera, como un espectador que ve una película pero que sabe que nunca será el protagonista. Me costó un poco darme cuenta que era real, que lo que me ofrecías tan sinceramente era muy real. No he tenido una vida fácil, ya lo sabes, pero a pesar de todo mi bagaje tú decidiste amarme sin condiciones. Sin darme casi cuenta me enamoré de ti, fue tan sencillo amarte, abrir mi corazón y acogerte en él que no quise nunca dejarte marchar. Eres un hombre excepcional, fuerte y valiente, tan falto de egoísmo que cada día contigo aprendo a ser mejor persona, tú me haces desear ser mejor persona. Y aunque ha sido así desde el principio, prometo amarte, respetarte y apoyarte siempre, el resto de mi vida. Te amo y siempre será así, pase lo que pase eso no cambiará, lo prometo.

Cuando acabo con mis votos miro a Zee, sus ojos reflejan un amor infinito y a pesar del tiempo que llevamos juntos no me acostumbro a su amor arrollador, siempre me roba el aliento.

Zee carraspea para aclarar su voz, toma mi mano entra las suyas y la besa suavemente.

-Saint, sin lugar a dudas eres todo lo que siempre soñé, y muchísimo más. Llegaste a mi vida como un vendaval, y me hiciste deshacerme de mis miedos y fantasmas del pasado, dejando solo paz y amor en mi corazón. Al mirarnos ahora me pregunto que he podido hacer bien para merecerme tu amor, supongo que soy un tipo con suerte y que debo dar las gracias a diario por tenerte en mi vida. Prometo luchar cada día para ser merecedor de ese amor que me regalas, no daré nada por sentado y haré todo lo que pueda para hacerte feliz. Y como no puede ser de otra manera te amaré, te respetaré y te apoyaré siempre, hasta que el mundo deje de girar. Te amo por encima de todas las cosas, y siempre será así, lo prometo.

Después de terminar nuestros votos Zee pone una alianza en mi dedo y yo hago lo mismo. El juez nos declara unidos en matrimonio y Zee estira su brazo para rodear mi cintura y me da nuestro primer beso como hombres casados. Nuestros amigos aplauden y oigo a Plan silbando y diciendo obscenidades, definitivamente es la mejor boda del mundo.

Elección final - ZeeSaint (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora