Finalmente el tiempo de espera había acabado, eran las 6:00 de la mañana, había un silencio total en el lugar en donde habitaban cientos niños.
Yuugo estaba sosteniendo las armas necesarias en ese instante, Lucas por su parte esperaba con atención a que los chicos llegarán.—Quieren aprender y tardan en venir.
El pelirrojo sonriendo le dijo —Oye no deberías de exigirles mucho, son unos niños aun, es normal que se duerman por mucho tiempo.
El pelinegro bufó mirando a otro lado mientras comenzaba a avanzar, el pelirrojo también lo comenzó a seguir ya que si tardaban en salir no habría tiempo de volver antes del anochecer.
Una vez pusieron un pie fuera aquel refugio, se encontraron con los dos chicos que estaban mirando al bosque, por lo que el sentir la presencia de los mayores los hizo exaltarse.
—Señor —Miró Ray al hombre con una expresión de tranquilidad, en cuanto al mayor, tenía una expresión de sorpresa.
—Veo que... Madrugaron.
Gilda sonrió —Llegamos incluso antes de que ustedes alistaran las armas.
Luccas silvó para irritar al pelinegro —En verdad tienen ánimos de hacer esto.
—Además —Sonrió Ray para fastidiarlo— usted mismo nos dijo que nos vería afuera en la puerta principal.
Yuugo tronó la lengua y Lucas sólo podía reír ante la reacción de su compañero, palmeó su espalda comenzando a caminar en dirección a aquel bosque, los chicos los seguían sin intentar alejarse tanto.
El camino se veía muy despejado era muy extraño que esto fuera así pero, la época de lluvias comenzaría dentro de poco así que no eran anormal.
—Entonces, ¿ustedes se guiaban con la dirección del viento?
Ray asentó ante la duda del mayor, miraba alrededor —Todos aseguran que es erróneo esto pero a nosotros nos permitió seguir con vida mucho tiempo.
—Aparte de eso, los demonios detestan ir junto con él ya que las presas se alejan con más rapidez, en cuanto ir al contrario se puede ir obteniendo alguna —Añadió Gilda sonriendo.
—Justo como lo hacemos ahora —Dijeron a la vez riendo, Lucas se unió a ellos mientras que Yuugo seguía de mal humor.
—Oye mocoso —Sujeto el hombro de Ray— ¿qué tan bueno eres disparando?
En los labios del chico apareció una sonrisa muy leve —¿Quiere verlo? —Yuugo arrojó el arma al chico, el por su parte la aceptó manteniendo esa sonrisa— he de decirle que no soy muy hábil, podré parecerlo pero no lo soy.
El ruido proveniente de los árboles los alertó de que algo estaba cerca de ellos, no iban a huir y el notar como el chico estaba concentrado no podían hacer algo más, finalmente en un sonido sordo la bala atravesó entre los árboles generando un chillido del animal, en efecto, era un ave.
Lucas caminó a él para sacar una flor que era usada en el gupna, realizó lo que ellos tanto acostumbraban para mantener con cuidado a la presa.
—Veo que si sabes dominar las armas de buena forma —Sonrió Yuugo revolviendo el cabello del chico.
—Solo dos veces tuve la oportunidad de poseer una —Murmuró.
Yuugo lo abrazo por el cuello revolviendo su cabello haciéndolo enojar, pero tenía que limitarse para no dañarlo —¡Vaya que eres un prodigio niño!
—¡Maldita sea, sueltame anciano!
Después de ello continuaron el recorrido de búsqueda probando las habilidades de los dos chicos, se veían emocionados e incluso podían asegurar que en ese lapso de tiempo se encontraron con otros chicos que formaban parte del pequeño clan de Minerva.
Era finalmente el camino de regreso cuando Ray se detuvo abruptamente.—Lucas, necesito ir a hacer algo...
—¿Algo? —Preguntaron ambos hombres.
Gilda cubrió su rostro y los mayores comprendieron comenzando a reír y alejarse un poco. Ray por su parte corrió de forma sigilosa a la esquina de uno de los árboles para finalmente colocar el comunicador en su oreja.
—¿Tienes nuestra localización?
—Completa, haz lo que te dije...
—Recibido.
Al instante regresó corriendo —Ya estoy aquí, vamos de regreso —Sonrió.
Mientras iban conversando iban con una gran tranquilidad mirando el recorrido por el que habían estado, el olor de la leña siendo quemada les alertaba de que en verdad estaban cerca ya que ese era el señuelo de distracción.
—Señor...
—Dime Yuugo, deja de lado las molestias.
Gilda sonrío levemente —Yuugo, si tuviese la oportunidad de ser libre, ¿la aceptaría?
Él miró a Lucas liberando un suspiró —La libertad aquí es sólo un sueño, a menos que estés muerto lo puedes obtener.
Los dos chicos se detuvieron abruptamente mirando a los hombres, ellos finalmente se percataron de la acción de los chicos, estaban a punto de hablar cuando los demonios los rodearon, parecía que era una emboscada.
» —¡Yuugo por favor, tienes que creernos!
—Trenzas, yo les creo... Dime todo lo que escuchaste... «
«Esos chicos al parecer son aliados del clan enemigo, no se como se llaman pero al parecer obtuvieron información de Minerva y... Quieren hacer algo malo...»
Ray cayó al suelo, mientras Gilda intentaba socorrerlo en la mente de Yuugo lo invadían los pensamientos contra los chicos, pero notar como Ray estaba herido le hacía saber que en realidad él había sido el descuidado en todo esto, corrió para tomar al chico en sus brazos y a la joven de la mano, mientras que Lucas se encargaba de disparar a los demonios, a pesar de faltarle uno de sus brazos su puntería era mejor que la de un soldado.
Mientras corría frenó de golpe cayendo en un agujero que ellos mismos habían colocado como trampa, miró hacia arriba notando su compañero aún no volvía.—¡Lucas!... —Reaccionó girando para notar a los chicos que llevaba con él estaban en el suelo— Chicos... —Se acercó para verificar los signos vitales de los chicos.
La lluvia comenzó repentinamente, el sonido de los pasos alejándose lo dejaron confundido, Lucas aún no respondía su llamado por lo que sabía que había algo malo.
—¡Susan, despierta! —Comenzó a sacudir a la chica y en algún punto algo se deslizó de su cabello dejando ver el cabello verdoso que provenía de ella—. ¿Qué...?
Derrepente unos aplausos se escucharon a lo lejos, una silueta femenina estaba en la cima del agujero mirando la situación del suelo —Yuugo, ¿cierto?
—¡¿Quién carajos son?!
La risa proveniente de los labios de aquella silueta aumentaba —Disculpa mis modales, mi nombre es Emma Ratri y... Prácticamente soy tu dueña, me perteneces.
—¿Qué?
—Ray.
Yuugo giró recibiendo un fuerte golpe a sus espaldas, jamás había recibido un golpe con tanta fuerza por lo que ver a los chicos que ayudó hace un momento de pie frente a él no lo podía entender. Su vista se distorsiono hasta que se desmayó.
—Saquenlos de ahí y llevennos a la mansión Ratri, ahí les pagaré.
Los seres de más de 2 metros de altura asentaron seguiendo las órdenes de la joven saliendo de aquella zona.
Al día siguiente en el refugio, solo encontraron las armas y las prendas desgarradas de los jóvenes.
Bárbara sujetó las manos de Anna mirándola —De verdad lo siento chica, fue todo lo que encontramos...
Las lágrimas desbordaban de los ojos de todos los chicos que alguna vez los conocieron, para ellos, Yuugo y Lucas quienes habían sido como unos padres para ellos finalmente los habían dejado...
—¿Por qué viejo? —Preguntó Don entre murmullos mirando al suelo.
Detrás de él había un joven de cabellos blancos que apretaba sus manos con demasiada fuerza intentando no golpear algo con enfado por perder a su ser más querido.
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ʟᴏs ᴏᴊᴏs ᴅᴇ ʟᴀ ᴏᴛʀᴀ ᴍᴏɴᴇᴅᴀ
FanfictionLa nueva cabeza de los Ratri es una joven chica de 16 años, aplaudida por todas las naciones del otro mundo por su excelente control bajo los que son comestibles y mantienen el orden que une a dos razas. Sin embargo dos años atrás bajo el descuido d...