ʟᴏs ᴏᴊᴏs ᴅᴇ ʟᴀ ᴏᴛʀᴀ ᴍᴏɴᴇᴅᴀ

Capítulo 3

Las semanas transcurrieron firmemente, aquellos chicos mantenían sus ideas para poder crear un plan perfecto y al parecer los demás mayores ya eran conscientes de esto.

—Así que, dos chicos conocen el secreto de la granja —Sonrió el hombre al teléfono.

La joven sólo lo miraba atentamente.

—Ya veo, entonces no saben quiénes son... Una vez lo sepan por favor informenme, la reina ya pregunta por él —Finalmente colgó la llamada.

—Así que aun no los encuentran...

—Se asignó a una hermana, para que ayude en la búsqueda de los chicos.

—¿Crees que bastará con una?

El mayor miró con seriedad a la joven —¿Acaso sabes algo que yo desconozca?

La joven cruzó sus piernas mientras con mucho cuidado cambiaba la hoja de su libro —Grace Field House tiene a los mejores platillos, ¿no es cierto?

—¿Solo lo dices por calidad?

Cerro el libro y comenzó a reír —Padre, para ser alguien mayor eres ingenuo —Se levantó y caminó al escritorio del mayor tomando la hoja del enlistado de las granjas—. En la plantación 3 hay 4 mayores, dos de 11 y dos de 10... ¿En un mundo común quiénes son los que lideran una guerra?, ¿los reyes? que son los que tienen el poder o ¿los comandantes? Qué son los que tienen la habilidad estratégica.

—Para poder escapar, la fuerza es esencial en ellos, necesitan a alguien que sea hábil escalando para poder eliminar peso muerto... —Sonrió— ¿Acaso quieres que la plantación 3 se quede sin recursos?

Ella sonrió de oreja a oreja —¿El apetito de la reina estará tranquilo por mucho?

Ambos comenzaron reír y se miraron mutuamente.

—Asignaré a una segunda hermana y el envío de Ray será en estas próximas fechas... Norman es enfermizo y el bosque tiene cambios bruscos de temperatura, no les conviene irse como si nada.

Asentó —¿Usaran Lambda?

Él giro sorprendido a ver a la chica —¿Como es que...?

Ella rió levemente —Digamos que James aveces balbucea mucho a la hora de ingerir los medicamentos.

—Tenemos predestinados a 5 chicos de Grace Field, distintas plantaciones pero han sido seleccionados para las múltiples plantas.

—Padre, ¿cuando traerás mi regalo?

El hombre sonrió ante las palabras de la chica —¿Cuando quieres que sea su envío?

—En Enero... Que sea un regalo de año nuevo —La chica salió de la habitación y sonrió.

El mantener el secreto de la granja había sido más que complicado para ambos chicos, el grupo de los mayores conformado por 8 chicos de la plantación se mantenía en constante movimiento y búsqueda para poder descubrir la forma de poder salir del lugar. Sin embargo en los últimos meses dos adultas más se unieron al lugar, una de ellas con ambiciones de deshacerse de la actual mamá del lugar y la otra aparentaba sólo ser una ayudante más.

—Ray, ¿conseguiste todo para inutilizar los rastreadores? —Preguntó Norman mientras desdoblaba la ropa de uno de los pequeños.

Habían terminado la hora del baño y desgraciadamente era el único lugar en donde no eran observados.

—Si, está listo, el dispositivo lo he guardado en un lugar importante, luego te mostraré.

El menor de ellos se acercó rápidamente —Norman, Ray...

El azabache se puso de pie —¿Qué ocurre Don?

—Verán... Mamá los llama, al parecer la hermana encontró algo...

Ambos palidecieron ante las palabras del chico, el albino dejó las prendas instantáneamente mientras el azabache sólo trataba de adivinar qué ocurría, finalmente salieron del baño.

—¿Qué crees que querrá?

—No tengo idea...

Mientras más se acercaban a la oficina sus manos y piernas temblaban de los nervios, al ponerse frente a la puerta suspiraron a la vez para poder tranquilizarse.

El azabache abrió la puerta —Mamá estamos aquí...

No había absolutamente nadie en la habitación.

—¿Qué es esto?...

Ray cerró la puerta —No tengo idea...

Ambos exploraron con la mirada el lugar tratando de comprender que ocurría, sin embargo no había señal de ninguna de las mujeres con las cuales ellos pudiesen dudar de un plan.
Ray camino en dirección al escritorio de la mayor encargada revisando los cajones.

—¡Ray!

—Tranquilo, estoy buscando algo básico...

El albino giró en dirección a la puerta principal pero un sonido provino del librero por lo que Ray corrió en dirección a su compañero.
Finalmente el librero se deslizó repentinamente dejando ver a la mayor de ojos majenta saliendo de una puerta, su expresión pasó a ser una de sorpresa.

—Norman, Ray, ¿qué hacen aquí?

Ambos se miraron nerviosos —¿No nos llamaste?

Isabella fruncio el ceño —¿Quién les dijo que los buscaba?

—Don —Pronunció Ray nervioso.

Ella suspiro y negó con la cabeza —Vayan a terminar de arreglarse, y sobre lo que vieron, no le digan a sus hermanos, ¿entendieron?

—Si mamá —Respondieron a la vez saliendo de la habitación.

La mirada de la mayor se posicionó en su escritorio, se percató del cajón principal se encontraba fuera de lugar, lo abrió encontrando una nota escrita a mano.

«Deberías vigilar más a las hermanas, una de ellas los esta ayudando»

Suspiró teniendo una sonrisa en su rostro —Así que esas tenemos...

Ella salió de la habitación para dirigirse a las recámaras extras que habían en la casa, en las habitaciones resonaban las risas de los pequeños quienes estaban preparándose para ir a dormir, sin embargo había algo fuera de lo común, no lograba escuchar a alguna de sus asistentes.

Una vez que llegó a la puerta tocó dos veces sin recibir respuesta, por lo que una vez que abrió la puerta se encontró sólo con la menor de las asistentes que al parecer estaba acomodando algunas cosas.

—Cecil, ¿qué haces en tu recámara?

La joven giró a ver a la mayor —Vine por unas toallas que las niñas me dejaron, hacen falta para el baño de las niñas así que vine por ellas, después ducharemos a los pequeños Anna, Gilda y yo.

—¿En donde está Krone?

La joven levanto levemente los hombros negando con la cabeza y avanzando en dirección a la puerta para abandonar la habitación, Isabella sólo saco un sobre de su vestido dejándolo en la cama de la mencionada con anterioridad.

—Norman, Ray, preparense que su tiempo se está acabando...