ʟᴏs ᴏᴊᴏs ᴅᴇ ʟᴀ ᴏᴛʀᴀ ᴍᴏɴᴇᴅᴀ

Capítulo 30

Unas horas después de todo lo ocurrido, los ojos esmeralda de la joven finalmente se habían abierto, su mano estaba siendo levemente apretada por las de alguien más, por lo que trato de mirar de reojo a quien estaba a su lado en esos momentos.

—¿P-Padre?

El mayor se levantó de golpe y miró a la joven para después abrazarla contra su pecho —Emma... —La miró enojado —¡¿Porqué hiciste eso?!

Emma desvío la mirada negándose a responder la pregunta de su padre, no quería preocuparle pero debía de ser sincera —Para capturar a dos personas que me serán de mucha ayuda...

—¡Pero Andrew esta para ayudarte!

—Padre, no sabemos si quiera si despertará... —Ambos se miraron por unos segundos —Ay que aceptar las cosas...

La puerta sonó y a los pocos segundos se abrió, era el médico y los dos menores en su compañía, una expresión de alivio estaba presente. El médico realizó unas cuantas pruebas para verificar que la joven estuviera bien, una sonrisa formaba parte de su rostro mientras él realizaba unas cuantas preguntas, Peter no quería apartar la mirada de ella pues le preocupaba que estuviera mintiendo.

—Los de lambda estaban ahí...

Los ojos de Peter se posicionaron en Ray quien estaba de brazos cruzados mirando a la joven de la misma forma que él —¿Qué?

—Ninguno de los más fuertes murió, sólo los delicados, justo como Emma lo había predicho hace un año... Incluido... Norman...

Peter sujetó de los hombros a Ray haciendo que el chico se asustara por el movimiento repentino —¿Estaba ahí? —Las pupilas tan comprimidas del hombre mirándolo le generaban un poco de incomodidad ya que era como si un psicópata lo estuviera observando.

—Si...

—¿En donde están?

Ray lo apartó de su lado y entró a la habitación desviando la pregunta de él, quería interrogarlo y obligarlo a hablar pero, ver que su hija lo miraba con maldad sabía perfectamente que él en verdad no podía usar ese as.

—Señor —Intervino Gilda sacándolo de sus pensamientos —El doctor quiere hablar con usted en su oficina.

Peter solo asentó y se alejo de ahí en compañía del médico de la familia, la puerta del cuarto de Emma se cerró. Ray sujetaba la mano de la joven mirándola con preocupación mientras ella tenía la misma expresión.

—Yo... de verdad...

La mano de Gilda rozando el cabello de la joven dejó sorprendidos a ambos chicos, Ray se puso de pie inmediatamente mirando a la chica por lo que había hecho, Emma por su parte estaba confundida, colocó su mano en la zona del golpe.

—¡Eres una idiota! —La expresión de sorpresa en el rostro de Emma le generaba muchas dudas—. ¡¿Qué hubiéramos hecho si morías en ese momento?!, ¡¿qué le íbamos a decir a tu padre?!

—Gilda, yo...

—¡Es una idiota! —Las lágrimas bajaban en el rostro de la joven —Yo te odiaba Emma... Pero... Se que tu no tienes la intención de asesinar a nadie en este camino —Los ojos de Emma se agrandaron liberando una sorpresa—. Si desearas matar a alguien estoy segura que nos hubieras ordenado acabar con Minerva en ese momento...

—Gilda tiene razón... Emma, ¿cuáles son tus verdaderas intenciones?

Emma mordía sus labios hasta que liberó un suspiro —No puedo darles mis verdaderas intensiones —Sujetó las manos de ambos —Pero, en verdad no quiero matar a nadie... A menos que sea necesario...

Los tres se unieron en un abrazo, los chicos que fueron parte de Grace Field sabían perfectamente que esa chica tenía la pura maldad en su corazón porque provenía de una familia muy dura pero, de algo estaban seguros que sus palabras eran cierta.

—Entonces —Habló Ray rompiendo ese ambiente —¿Qué harás con Yuugo y con Lucas?

El brillo que había en los ojos de Emma desapareció de nuevo —Serán los nuevos Ratri del campo —Sonrió.

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Finalmente Emma había salido de la cama, el doctor dijo que la herida no había sido tan grave ya que literalmente solo habían arrancado una parte de su piel, nada grave.
Aunque finalmente se había recuperado ella se mantenía distanciada de la oficina y prefería mirar desde su ventana casi todos los días ya que ella parecía tener planeado algo.

La puerta se abrió lentamente dejando ver al azabache asomándose por ésta —Emma, ¿se puede?

La joven giró mostrando que llevaba una bata que dejaba ver parte de su pecho, Ray giró la mirada instantáneamente —Adelante —Sonrió la joven cerrando la ventana.

Las mejillas rojas del chico hacían reír a la joven —Deberías de ser más cuidadosa en ese aspecto.

Ella acomodaba la bata para que la cubriera —¿Porqué lo haría?, este es mi hogar y yo puedo vestir como desee —Rió levemente.

—Ten —Sus manos deslizaban una hoja escrita a mano, aquella excelente caligrafía en un idioma desconocido para el chico había llegado exclusivamente para ella —Personalmente ha venido Iverk, el demonio responsable de Grace Field, dice que es una invitación importante de parte de la reina.

Con una gran seriedad la chica comenzó a leer la hoja —Si es algo importante me parece muy simple el hecho de que traigan un mensaje de esta forma... —Sus palabras se detuvieron al leer algo relevante—. Ray

Él la miró atentamente —Dígame.

—¿Como ha ido la preparación de Yuugo y Lucas en el campo?

Ray miró a la ventana de la habitación de la joven —De cierto modo, perfecto, puedo decir que están casi a mi altura, en especial Lucas gracias a la prótesis.

La joven rodeó con sus brazos al chico y él la sujetó de la cintura, ambos daban vueltas pero la más emocionada de hacer dicha acción era Emma ya que para Ray era de costumbre realizar dichas acciones con ella —Me encanta escuchar eso...

—¿Planeas algo nuevo? —La sujetó de la mano dándole una vuelta y deslizandola hasta que se alejará de él.

—Yo no, pero al parecer la reina si —Sonrió abrazando sus propios brazos.

—Emma —Pronunció en un modo de regaño.

—De verdad, yo solo quería saber sobre mis nuevos guardias personales, en especial porqué el tifari esta cerca y quiero que ellos me acompañen a la celebración.

Ray relajó su mirada notando a la expresión verdadera de la joven —¿Irás este año?

—Debemos ir antes, te recuerdo que oficialmente debo de hacer el sacrificio o bueno, la ofrenda para él... Ya me conoce pero hay cosas que debo de realizar antes de ser parte la nueva guardiana de la promesa...

—¿Usar el mismo traje que tu antepasado?

Asentó —El señor Julius Ratri usó un traje de compromiso de época, prácticamente se casó con la promesa y yo no voy a ser la excepción en esto...

—De verdad no entiendo como es que tu familia puede seguir con esto —Finalmente salió Ray de la habitación.

Emma miraba como la puerta se cerraba, caminó a su tocador sacando aquella cajita que alguna vez perteneció a James, sacó el lapicero mirando las notas que habían en código morse —Se que no querías que yo fuera parte de esto pero... Intentaré cambiarlo... —La ventana fue levemente golpeada, ella se levantó de golpe para abrirla y dejar entrar a la lechuza que llevaba con ella una nota.

Aquella nota estaba escrita con delicadeza —“Gracias por ayudarnos, todos se han recuperado”

Emma sonrió con calidez —Necesito que vivas más tiempo... Minerva.

Tomó tinta y pluma para responder a dicho mensaje, ató la nota y acarició a la lechuza para despedirse de ella.