Winifred Prewett tiene un poder más fuerte que la magia por el cual la identifican en la sociedad mágica, ya que es capaz de ayudar a aquellos que buscan encontrar la felicidad y el amor, ya sea en un objeto, lugar o con alguna persona.
Es por eso q...
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La cena había sido magnifica, Amory se había divertido demasiado escuchando las historias de los merodeadores y se había sentido realmente amado como nunca antes lo había hecho, sin mencionar que, había congeniado realmente bien con Lily ya que no paraban de hablar de libros y la hija de muggles se había encargado de regalarle libros muggles.
—Lograste hablar más con Lily de lo que James lleva instalarlo hacer —dijo algo burlón Remus a la mañana siguiente, mientras desayunaban en el jardín.
—¡Remus! —se quejó James con las mejillas sonrojadas.
Hubo carcajadas por parte de todos, Winifred negó lentamente con su cabeza y bebió un poco de su jugo de calabaza.
—Pero, Lily es muy agradable, ¿cómo es que aún no son novios? —preguntó confundido.
—¡Es lo que me pregunto todos los días! —dramatizo James.
—Eso hermanito, se debe a que James solía molestar a Lily todo el tiempo —explicó Remus.
Amory frunció el ceño y miro a James confundido—: ¿Eso por qué?
—No lo sé —respondió alzando los hombros—. Cuando éramos pequeños, ya sabes, a tu edad —específico—, Lily solía ser muy (demasiado) entusiasta y me parecía divertido —dijo ladeando una mueca—. Aunque, en realidad, mi intención no era molestar a Lily —confesó—, sino a Snivellus (un tipo odioso que le gusta hacernos la vida imposible), su mejor amigo...
—Ex-mejor amigo —interrumpió Winifred.
—Sí, eso —dijo James haciendo un ademán de manos, restándole importancia—, pues ajá, Snivellus siempre nos jode la existencia, aunque ya le bajo de...
—Vocabulario —le interrumpió Winifred nuevamente, causando que Amory soltará una pequeña risita.
—Digo, ya se calmó poquito, seguro planea algo maligno —murmuró con inocencia—. Cómo sea, este año decidí que sería una mejor persona —se acomodó en la silla y miró a Amory—. Sí, ya era hora, aparte, alguien tiene que ser un buen ejemplo para Sirius...
—¿¡Disculpa?! —chillo el mencionado.
—Bueno, ahora que vives conmigo ya eres oficialmente mi hermano —aclaro—, y tengo que darte un buen ejemplo —Sirius rodó los ojos.
—Si claro, échame la culpa a mí —se cruzó de brazos indignado.
—Pues en la cena no dejaban de mirarse —señaló Amory.
