Antes De Mi; Daños Colaterales.

2

—No, se llama Mila. —me apoya Giovanna.— Y lo digo yo que estuve con ella desde el día uno de la universidad.

—Incluso ella habló con Ruggero para descubrir a Giovanna. —musito mientras peino el cabello de mi hermanita.— Ya sabes, siempre supe que esa estúpida nunca me cuadró y menos me iba a cuadrar que Ruggero confíe tanto en ella.

—Amor, es mi hermana.

Sonrío, James suspira.

Es extraño porque acabamos de conocer a una supuesta Maddie, o bueno, yo conocí a Maddie, él conoció a Mila.

La mujer está mintiendo respecto a su nombre. Y cuando James dijo que quería conocer a su cuñado, se puso más nerviosa aún.

Interesante....

—¿Por qué crees que haya mentido?

—Porque buscaba lo que nuestros padres nunca nos dieron; libertad. —explica James y bajo a Alina de mis piernas.— Es una situación difícil. Probablemente pensó que mentir respecto a su origen y su nombre era lo más adecuado.

—Pues bien estúpida ella.

—Karol...

—Odio la idea de alguien lastimado a Ruggero. Él no se lo merece.

James suspira, avisa que llamará a Maddie o Mila o quien sea la babosa.

No entiendo por qué nos mintió a todos diciendo que se llamaba Mila. Es decir, ¿Ruggero sabrá la verdad?

Probablemente la sepa y yo esté como estúpida esperando que algo se rompa.

Basta, debo comenzar a aceptar que Ruggero va a casarse, por amor a Dios.

Si, me duele y probablemente eso vaya a repercutir en una de mis tontas acciones. Pero quiero darme aunque sea un pequeño voto de confianza.

Me basta con que nuestros caminos no se crucen por el momento.

Suspiro, mi cabeza recae en el regazo de James y él acaricia mi cabello. Giovanna se queja de que está harta de que la sigan considerando la mala del cuento.

Es que, bueno. Hace poquito le conté todo respecto a nuestras sospechas.

Lo que yo creía que era ella quien me había pedido que llamara a la policía aquella vez, las sospechas de Ruggero, todo respecto a sus padres adoptivos y cómo Ruggero consideró que era una buena idea que Mila la vigile.

Se enojó conmigo durante una semana entera, no me hablaba y eso me dolía.

Pero finalmente arreglamos esa diferencia.

Y es que tenemos que admitir algo, desde que Pasquale llegó a su vida, las cosas han vuelto a ser buenas para ella. Conocí esa versión de Giovanna que no se atrevía a mostrarle a nadie.

Y estoy orgullosa de eso.

Comienzo a dormirtar gracias a las caricias de James en mi cabello. Y cuando me quedo completamente dormida, sueño con toda la estupidez que vuelve a salir a flote.

Despierto agitada en una bonita y cómoda habitación. Misma que reconozco como la de James.

Me alegra estar aquí, me alegra haber conocido a los que serán mis suegros.

—¡Mami!

Sonrío, el pequeño Jed corre a mí y lucha por subirse a mis brazos. De inmediato lo tomo en brazos.

Beso su mejilla, él me sonríe escondiendo su rostro en mi pecho. Acaricio su cabello.

—¿Y papi, mi amor?