25

807 149 145
                                    

Diez meses después.

—¿Te sientes bien así o muevo algo?

—James, cálmate. Estoy bien. —musito mordiendo mi labio inferior.— Solo no hagas mucho ruido o vas a despertar al pequeño.

Asiente, con sumo cuidado se acuesta a mi lado y me río por lo bajo.

Me cuesta creer lo mucho que ha cambiado nuestra habitación.

Ahora está llena de peluches, carritos, libros y demás.

Y no me quejo, me encanta ser mamá. Somos muy buenos haciéndolo.

Aunque si soy sincera, James es mucho mejor que yo respecto a Cuidar a Noah. Lo hizo solo cuando Jed nació por mucho tiempo.

Y había que admitir que él podía defenderse solo. Y por eso es que no he sufrido mucho.

He podido descansar, recuperarme del parto con mucho cuidado y hoy por hoy estamos demasiado bien.

Tantas cosas han pasado durante estos meses.

Comenzando porque perdí todo contacto de Ruggero y de April luego de la discusión que tuve con esta última.

No fue algo con importancia, solo quería que yo le diera la libertad de amar a Ruggero. Por supuesto le dije que no me he opuesto a nada.

No sé en dónde están ahora, pero Maxi dice que decidió no establecerse en ningún lugar que le recuerde a mí.

Porque si, he vuelto a tener contacto con él. Después de todo no tiene la culpa de nada.

Conocí a su pequeñita, se llama Alicia y es en serio preciosa. Fui a su boda, me divertí mucho con Agustín y creo que mi vida es perfecta ahora.

Las terapias con Pasquale siguen en pie, jamás dejaría de ir y eso está claro. Ya no voy al nutricionista pues mi peso es el adecuado.

Mi corazón está muy bien y afortunadamente, nada le ha pasado a mi bebé por el momento.

Giovanna y Pasquale se casaron hace poco, aún están de luna de miel.

Leya y Thomy se hicieron novios, mis padres inscribieron a Ali en su primer concurso de talentos y por el momento todo va muy bien.

—¿En dónde está Jed?

—Acabo de dormirlo. —musita James.— Estaba canasado, creo que se va a enfermar.

—Voy a reservarle un turno con un doctor.

Él asiente, beso su mejilla antes de acomodarme entre sus brazos.

Soy tan feliz que ya nada me importa en este momento. Solamente él y nuestros pequeños.

Mañana daremos un paseo familiar solamente los cuatro. Planeamos disfrutar de nuestro fin semana como se debe.

Es que, al ser mi último semestre las cosas han sido más difíciles todavía. Ya estoy a solo dos semanas de mi graduación.

Queremos un tiempo como familia. Eso y James dice que me tiene una sorpresa.

No tardo en quedarme dormida entre sus brazos, estoy demasiado agotada.

Despierto a las dos de la mañana, gracias a los tirones de las mantas. Abro los ojos, es Jed.

James suspira y solo entonces noto que me abraza por la espalda.

—¿Qué pasa, mi amor? —pregunto en un suspiro. Él se sube a la cama.

—Quiero dormir contigo.

Antes De Mi; Daños Colaterales. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora