Antes De Mi; Daños Colaterales.

11

—Quiero que sepas que estoy enterada de lo que sucedió entre tú y Ruggero.

—¿A qué específicamente te refieres? —pregunto dándole un sorbo a mi chocolate caliente. Ella sonríe.

—A todo, estoy enterada de su bonita historia de amor. De la manera tan trágica que terminó, también sé que tú y él hubiesen tenido dos hijos, y sobre todo, sé perfectamente que, en Navidad tuviste sexo con él.

Ah bueno...

Ruggero no le oculta nada, entonces...

Sonrío incómoda, ella se acomoda en su lugar mirando para adelante. Sigo su mirada notando que está centrada en Ruggero.

Suspiro.

—Mira, no quiero pedirte que te alejes de él porque sé que te quiere mucho y fuiste muy especial para él. Solo quiero que sepas que, yo de ninguna manera te voy a impedir que te acerques a él. Si aceptas ser su amiga no tengo problemas, por mí está muy bien.

—¿Me estás proponiendo ser amiga de tu novio? —pregunto incrédula. Ella se ríe.— Sabes que tuvimos sexo en Navidad, ¿no me odias?

—Si, admito que me dolió y que no quise saber de él por mucho tiempo. Pero eso complicó un poco las cosas para su misión con Mila.

—¿Por qué?

—Verás. —sonríe.— Un día después de su encuentro sexual, él estaba muy tenso, y eso me hacía sospechar, entonces le pregunté y él, arrepentido por todo me contó lo que había sucedido, discutimos, en un descuido suyo dejó el teléfono sin contraseña y Mila leyó los mensajes. Fue desastroso, para ella yo solamente era una muy buena amiga. Y bueno, el resto ya lo sabes.

—¿Cuándo se supone que lo perdonaste?

—Hace poquito. —confiesa.— Y es que, es perfecto, Karol. Jamás había conocido a alguien como él. Y no quiero perderlo porque si lo hago, habré perdido todo.

Asiento. Conozco ese sentimiento.

Y por eso solo sonrío y le aclaro que todo está bien. Le digo también que voy a guardar la distancia.

Para ella no hay problemas, para mí sí.

No quiero ser la ex novia tóxica que intenta meterse a su vida de la manera que sea. Así como Candelaria era.

Prefiero mantenerme lejos hasta que mis sentimientos hacia él sean olvidados.

—Me enteré que estás comprometida. —musita y sonrío mirando el anillo en mi mano.— Felicidades. Ruggero dice que James es un gran hombre.

—Lo es, y realmente amo mucho a ese hombre y a nuestro pequeño.

—Me alegra que ambos sean personas maduras y que acepten el presente del otro.

—Y a mí me alegra que Ruggero haya encontrado a una gran mujer. —mi sonrisa tiembla.— ¿Sabes? Han sido días angustiantes, gracias por tomarte el tiempo de hablar conmigo. Pero creo que prefiero ver a mi hermana.

—Descuida, Karol. Gracias por escuchar.

Asiento, me alejo buscando a mis padres y me esfuerzo por no odiarla.

¡Es que vamos! Es una gran mujer. No puedo odiarla.

Aunque su aura tan pacífica te haga dudar un poco, sabes que no puedes odiarla con solo unos dos minutos hablando con ella.

Incluso su voz es dulce.

Bien, debo entender y asimilar que Ruggero definitivamente encontró a alguien mejor.