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—James. —gimo en su oído.— Oh Dios...

Muerdo mi labio inferior, mi espalda se arquea y sus labios buscan los míos cuando finalmente llegamos a nuestra liberación.

Eso fue malditamente increíble.

Intento normalizar mi respiración, extiendo mi mano apagando la alarma que comienza a sonar y James deja un último beso en mis labios antes de ponerse de pie.

Que linda vista...

Sacudo mi cabeza, tengo que salir de aquí ahora o no llegaré a la universidad nunca.

Me pongo de pie, abro el armario y de inmediato tengo una nada agradable vista. Realmente estuve obsesionada con todo lo que tenía que ver con Ruggero.

Niego, busco una bolsa de basura en uno de los cajones y comienzo a meter todo en esto.

Ropa, perfumes, peluches, todo.

Escucho el sonido del agua corriendo, asumo que James está bañándose así que aprovecho para ponerme una bata de seda y salir en busca de Rafaela.

Como lo supuse la mujer está en la cocina preparando el desayuno. Al verme sonríe, le devuelvo el gesto y pongo la bolsa frente a ella.

—Quiero que te deshagas de esto, no me importa si te lo quedas, lo tiras, lo regalas, no sé. Pero ya no lo quiero aquí.

Ella asiente, dejo la bolsa de basura a un lado y suspiro tranquila. Esto se siente muy bien.

Finalmente vuelvo a la habitación, busco una camisa mía, jeans ajustados, mis botines y ropa interior.

Tomo una toalla, me deshago de la vaya y entro al baño.

—Me asustaste. —musita James apenas estoy frente a él y me río.— Que guapa estás.

—Jódete, acabo de despertar y seguramente parezco un zombie.

—Un zombie enano y mojado.

Golpeo su muy bien formado abdomen, él se ríe y no tarda en besarme. Suspiro envolviendo mis brazos en su cuello.

Y aquí vamos de nuevo...

Una hora más tarde estamos desayunando en el comedor con Jed. Hoy es su primer día en el curso vacacional de super héroes.

En realidad es un campamento, vamos a probar si soporta quedarse solo con amiguitos las dos primeras noches.

Pero si no funciona, estará yendo y viniendo.

Luego del desayuno me alisto para ir a la universidad a retirar algunos papeles. Seguiré un curso para graduarme en solamente un semestre más. Ya no dos.

Hoy tengo que ir inscribirme en ese programa que será dado durante el verano y tranquilamente puedo iniciar las clases en septiembre.

Mi último semestre.

Vaya, eso me emociona.

—¿Lista?

James que me espera en la sala pregunta, asiento y él toma las cosas de Jed.

Tras despedirnos de Rafaela salimos del departamento y vamos al estacionamiento del edificio en donde el auto nos espera.

El camino al campamento es algo largo, Jed está emocionado pero no sé si tenga la misma emoción cuando nosotros nos vayamos.

En cuanto llegamos Jed insiste en bajarse, me río mientras James estaciona.

Me bajo, abro la puerta para Jed y en cuanto estamos fuera, corre hacia la oficina a la que vinimos hace unos días para inscribirlo.

Antes De Mi; Daños Colaterales. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora