🥀Capítulo 26

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No hay nadie en los patios,  ni en el campo de Quidditch. Todo estaba demasiado calmado como para ser Howgarts.
Estaba irreconocible. Y todo por mi culpa.
Me quedo parada frente a la puerta, dubitativa. "¿No será demasiado peligroso?" Pienso. Pero, mi cuerpo ignorando a mi subconsciente, abre la puerta, la cual emite un estruendo breve.
Tampoco hay nadie en los pasillos. No sabía que hora era, ni en que día estábamos.
Paso y cierro la puerta.
Sin pensarmelo mucho, me dirigo a los ciertos de Gryffindor, casi como un acto reflejo.
Mientras voy andando, puedo comprobar que Howgarts había perdido esa ilusión y luminosidad de siempre. Era como mi casa. Todo oscuro, solitario.
Y allí estaba, delante de otra puerta, de nuevo.
Observo al cuadro. La mujer que normalmente solía estar alegre, estaba atemorizada. -¿quieres pasar?- me pregunta, haciendo que pegue un brinco. Asiento. -sí, pero, no me sé la contraseña.- digo. Me mira unos segundo. -ya que más da, pasa- me abre la puerta, y puedo observar dentro a los estudiantes de Gryffindor. Todos sentados, leyendo, o charlando en bajito, con expresiones tristes, enfadadas, y atemorizadas.
Ninguno repara en mi, pero poco a poco me va entrando una especie de ansiedad.
¿Cómo se me ha ocurrido que era buena idea?
Yo maté a Dumbledore, YO. Y, no hay nadie a quien más adorsban los de Gryffindor, sino a Dumbledore.
Estaba segura de que todos sabrían que fui yo.
Pero ya era demasiado tarde para volver atrás. Para huir de allí antes de que alguien me lanzara un crucio, o algo por el estilo.
Aunque, quizá eso fuese lo mejor. No tenía nada por lo que luchar en verdad. Ron seguro que me odia, y no pienso volver a suplicar le su perdón a mi padre.
Recorro toda la sala con mis ojos. No estaba allí.
Subo las escaleras que dan a los cuartos, con el fin de recordar el cuarto en el que estuvimos aquel día.
Pero no hace falta que lo busque.
Nada más entrar en el pasillo, los veo.
Allí estaban Harry, Ron y Hermione.
Iban charlando a saber sobre qué. Seguro que sobre el maldito de mi padre.
Me entra pánico, y decido darme la vuelta, y volver por donde había venido.
Pero no puedo.
Antes de que me diera lugar a salir, oigo una voz a mi espalda.
-¿Jade?-

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝐨☘︎ | 𝐿𝑎 𝐻𝑖𝑗𝑎 𝐷𝑒 𝑇𝑜𝑚 𝑅𝑖𝑑𝑑𝑙𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora