𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝐨☘︎ | 𝐿𝑎 𝐻𝑖𝑗𝑎 𝐷𝑒 𝑇𝑜𝑚 𝑅𝑖𝑑𝑑𝑙𝑒

🥀Capítulo 14

Y así es como pasé los siguientes tres días. Junto a él. Todo el rato que podía, me iba con él. Y realmente me sentí querida. SEntñi qeu me quería, y deseé que siempre fuese todo así. Caminando juntos por los pasillos. Riendo de cualquier cosa. Hablando sin vergüenza el uno con el otro. Entre besos, abrazos, y otras cosas más privadas.
Probablemente fuesen los tres mejores días de mi vida. Fuimos a una pradera, donde nos tumbamos entre las hiervas y nos quedamos allí, mirando al cielo, charlando. Fue genial. La típica cita de las películas.
Con él sentía que el mundo se paraba. Que todos mis problemas se esfumaban. Olvidaba quien era, me sentía una persona ajena a mi padre. Lo cierto, es que odiaba ser quien era. Tan solo deseaba no ser una Riddle. Una maldita Riddle. ¿quién iba a querer acercarse a mi si supieran quién soy? Nadie. Absolutamente nadie.
Pero, todo llega a su fin. Nada es para siempre, y mucho menos fingir ser una persona que no eres.
Llegó el día, el maldito día que tanto esperaba que nunca llegara. Pero allí estaba.
Ese día, Draco vino corriendo a mi cuarto. Yo me encontraba sonriendo pensando en que tenía una cita con Ron en unas horas.
-Jade- dice. Su mirada está entre aterrada y alegre.
No hace falta que diga nada más, es obvio lo que me va a decir. Una lágrima cae por mi mejilla. Me siento en la cama. -Draco me abraza. -Iré, iré a despedirme de Ron. Le diré quién soy. Quién soy realmente.- digo mirándole fijamente. Asiente.
-es lo mejor Jade. Después de que se lo digas, tendrás que matar a Dumbledore rápidamente. Si no lo haces, Ron podría decírselo a alguien y nos podrían atrapar.- me avisa. Asiento mientras las lágrimas caen por mis ojos. -Estaré lista en media hora, Draco. Vete preparando todo.- Digo, y slgo de la habitación.

Llego al prado dónde solíamos quedar. Él está allí sonriente, esperándome. Esa preciosa sonrisa, que nunca más volvería a ver.
-Hola hermosa- me saluda. Según me voy acercando, se da cuenta de que algo anda mal. -¿qué ocurre? ¿por qué lloras?- dice reparando en mis lágrimas.
Lo miro, triste. No quería hacerlo. No quería decírle quién era, ni mucho menos lo que iba a pasar. Eso no se lo diría. No necesitaba enterarse antes que el resto.
-Ron- comienzo.