-No me defraudes.- dijo mi padre desde el salón. Me giro una última vez, para mirarlo con el rostro serio. -no lo haré padre.- le respondí yo, segura de mí misma. -recuerda a lo que vas, no quiero distracciones de ningún tipo. Y, recuerda jamás dar tu apellido real. Solo cíñete al plan. No corras riesgos, tal como te he enseñado todos estos años.- agrega, para unos segundos después de mirarme de arriba a abajo, y desaparecer.
Resplo y salgo de la casa. En el coche aguardaba Draco Malfoy, mi primo.
Entro y le saludo. -hola Draco.- dije secamente. -Hola Jade. ¿Preparada para conocer el mundo más allá de estas paredes?- pregunta él. -yo nací preparada, no como tú.- le contesté sonriendo. -Bueno, bueno, como digas, Jade Malfoy.- dice en tono de burla.
Ruedo los ojos y sonrío. -Ahora supongo que soy una Malfoy. Mira, encajo y todo.- bromeo cogiendo un mechón de mi pelo rubio.
El coche nos deja en la estación. Desde ese momento, nos tocaba continuar solos.
-recuerda, tengo tu misma edad, y mi padre es hermano del tuyo. No la cagues.- le dije mientras andaba con la cabeza bien alta. -no soy idiota, Jade.- se defiende. Sonrío irónicamente.
Atravesamos el muro y llegamos a la plataforma 9 y 3/4.
Había muchos magos por allí pero estaba segura de que si me lo propusiera, los podría matar a todos saliendo sin un rasguño.
-mira, ese es Potter.- me comunica Draco dándome con el codo en el brazo. Miro hacía la izquierda, y veo a un chico con gafas de montura redonda. -interesante- digo sonriendo.
-hola, eres Harry Potter, ¿cierto?- pregunto haciéndome la amable. El chico asiente. -Yo soy Jade Isabelle Malfoy. Prima de ese idiota- me presento haciendo referencia con los ojos a Draco, quien se encantraba unos metros más atrás hablando con Crabbe.
-oh vaya, eres una Malfoy- dijo, algo decepcionado. Fingí cierta confusión. -sí, ¿hay algún problema?- arqueo una ceja. Niega. -no, ninguno. Es solo que Draco y yo no nos llevamos muy bien que digamos.- dice Potter, colocándose las gafas. -sí, ya sé. Rechazaste su amistad.- dije riendo. Él se río también.
Una vez me despedí de él me giré para volver junto a mi primo. Ruedo los ojos.
Al fin llegamos al tan esperado Howgarts escuela de magia y hechicería.
Tuve que pasar por la ceremonia, en la que obviamente quedé en Slytherin. ¿Os imagináis que hubiera pasado si no hubiese quedado en esa casa? Probablemente mi padre hubiera pensado que soy una desgracia.
Por suerte, quedé en esa casa.
Me senté en mi mesa correspondiente, junto con Draco. No me juzguéis, era el único al que conocía allí. Como en silencio, seguramente con mi cara de mala leche habitual.
De pronto comencé a sentirme observada. Miro a mi alrededor, incómoda. Finalmente reparo en la mesa de Gryffindor, donde un chico me estaba mirando. -¿quién es ese?- le pregunto a Draco. Este se gira y observa. En cuanto el chico ve que Draco se gira, este aparta su vista de la mesa de slytherin. -es Weasley pis.- dice con desprecio. Arqueo una ceja. -se llama Ronald Weasley. Es amigo del idiota de Potter, y de la sangre sucia esa, Hermione.- añade con desprecio. Asiento en silencio y sigo a lo mío.
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𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝐨☘︎ | 𝐿𝑎 𝐻𝑖𝑗𝑎 𝐷𝑒 𝑇𝑜𝑚 𝑅𝑖𝑑𝑑𝑙𝑒
Fanfiction𝐿𝑎 ℎ𝑖𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝑇𝑜𝑚 𝑅𝑖𝑑𝑑𝑙𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑖𝑎 𝑠𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑑𝑢𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑠 𝑒𝑛𝑣𝑖𝑎𝑑𝑎 𝑎 𝐻𝑜𝑤𝑔𝑎𝑟𝑡𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑖𝑟 𝑠𝑢 𝑚𝑖𝑠𝑖𝑜𝑛, 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒 𝑎 𝑐𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜 𝑐ℎ𝑖𝑐...