🥀Capítulo 9

75 13 3
                                    

Nos movemos con fluidez y gracia por la sala, al ritmo de la música.
-No te pareces en nada a Draco.- me dice. -ya, yo no soy un completo imbécil.- bromeo. Rie. -no, ahora en serio, no creo que seas una persona cruel.- dice serio. Hago una media sonrisa. -si supieras...- digo mirando al suelo. Me retira un mechón del pelo de la cara. -Yo digo lo que veo- agrega sonriendo. Le devuelvo la sonrisa.
-¿damos un paseo por el patio preginto. Me empezaba a agobiar y quería tomar el aire.
Al salir, veo como la nieve cae en la oscuridad.
El patio estaba ligeramente iluminado.
Comenzamos a andar.
Los copos de nieve caen sobre mi cabello, quedándose allí incrustados algunos.
-no me has hablado de tu infancia- me dice, esperando que le cuente algo.

¿pero qué le iba a contar? "mi padre me estuvo enseñando a matar a gente" No tenía nada que contarle. Mi infancia había sido básicamente eso. -mi infancia no es que se diga muy... divertida.- digo mirando al horizonte, observando los copos de nieve. -lo siento, la infancia es algo que creo que todos deberíamos haber tenido felizmente...- comenta. -no lo sientas, no pasa nada.- digo girando la cabeza para mirarlo.

Su pelo pelirrojo resaltaba con los copos de nieve que había es él incrustrados. -¿puedo preguntarte algo?- dice de pronto. -lo acabas de hacer- sonrío irónicamente. Sonríe. -Bueno, aparte de esa.- añade. Asiento, y noto como mi latido se acelera. -¿por qué nos miramos tanto, pero nunca hablamos? Quiero decir, siempre estamos mirándonos el uno al otro, pero jamás nos acercamos a hablar. Salvo hoy, que lo has hecho tú.- dice mirándome directamente a los ojos.
-ya bueno, dicen que las miradas dicen más que mil palabras, ¿no?- digo sonriendo amablemente. Asiente.
-mira, Jade, sé que no hemos hablado casi nada, pero siento como si te conociese de toda la vida. Y, creo, creo que me gustas.- al oír aquello, me quedo parada sin saber cómo actuar.
Eso era lo que más temía.
Se acerca lentamente hacia mi en la oscuridad, y me pone una mano en la mejilla.
No digo nada. Contengo la respiración sin saber que hacer.
Y de pronto, me besa.
Sus labios y los míos se mueven perfectamente compenetrados.
Era como si ya lo hubiésemos hecho más veces.
Fue realmente espectacular.

𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝐨☘︎ | 𝐿𝑎 𝐻𝑖𝑗𝑎 𝐷𝑒 𝑇𝑜𝑚 𝑅𝑖𝑑𝑑𝑙𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora