【❝Fueron mis recuerdos los que me llevaron de vuelta a ti. No importó cuánto traté de encerrarlos, no importó cuánto traté de odiarte, de olvidarte, siempre volví a ti.❞】
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—BUONGIORNO BELLA —la entusiasta voz de Atlas la saludó en la mañana de la boda.
Solo que Colette no compartía su entusiasmo ni en lo más mínimo. Lo miró de una manera que a Atlas le gustaba nombrar como "la mirada Starkweather" y de inmediato, el muchacho supo que su amiga estaba en los peores ánimos posibles.
—Alguien no durmió lo suficiente —se disculpó con una sonrisa inocente.
Colette suspiró y dejó de mirarlo. El Instituto estaba patas arriba; habían montones de Shadowhunters corriendo por todos lados arreglando detalles para la boda, y ninguno de ellos se atrevía a mirar a Colette en la cara cada vez que pasaban cerca de ella.
—Necesito concentrarme en algo más que no sea...esto —hizo una cara de asco mientras un grupo de chicos pasaba con flores que se le metieron a la boca y violentamente tuvo que apartarlas.
Los dos caminaron escaleras abajo en donde se encontraron a Jace y a Izzy hablando.
Isabelle, al enterarse de que su amiga se enteró sobre la boda, le preguntó si estaba bien que ella ayudará a organizarla. Alec era su hermano y aunque estuviera en total desacuerdo con la unión quería ayudarlo, pero también sentía pena y como si de alguna manera estuviera traicionando a su amiga y a su creencia de que Alec y Colette estaban destinados el uno para el otro. Colette le aseguró que no tenía problema en que Izzy arreglará la boda de su hermano, y a todo aquel que le preguntaba cómo estaba, contestaba que se sentía perfectamente bien, que no había problema en lo absoluto, y aunque nadie —ni siquiera ella misma— le creían, decidieron no probar la escasa paciencia de la mujer y dejar de preguntárselo.
—Ahí estas. ¿Tienes la lista de los brujos más poderosos que Magnus? —Jace la saludó cansado en cuanto la vio, él tampoco se veía para nada complacido con los eventos que estaban tomando lugar.
Colette, agradecida de que alguien por fin le hablará de trabajo y no de bodas, asintió y condujo al grupo de Shadowhunters hacía una de las pantallas, en donde les mostró una lista de nombres y rostros que se había tomado la libertad de buscar arduamente.
—Encontré 20. Será difícil descifrar quién le hizo la poción a Jocelyn —suspiró cruzándose de brazos.
Muchos de esos magos estaban encubiertos en partes del mundo que apenas y sabían que existían.
—No me importa qué tan difícil sea, debemos encontrarlo. Cometí el error de dejar escapar a Valentine antes, no voy a cometer el mismo error dos veces —habló sin mirar a nadie, el arrepentimiento y la ira se mostraban como luces fluorescentes en el rostro del rubio.
