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─────── ۪۫ ཻུ۪۪͎.' ───────

Do you plan to listen to
me once in your life?

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ERAN CASI LAS 6 de la mañana cuando Colette estaba devuelta en el Instituto, había pasado toda la noche en casa de Magnus poniéndose al día y fue poco el tiempo el que logró dormir en realidad

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ERAN CASI LAS 6 de la mañana cuando Colette estaba devuelta en el Instituto, había pasado toda la noche en casa de Magnus poniéndose al día y fue poco el tiempo el que logró dormir en realidad.
No fue sino que pusiera un pie en las instalaciones para que Maryse Lightwood empezará a regañarle despavorida sus acciones.

—¿Cómo se te ocurre llegar a estas horas? ¿Acaso no se te ocurrieron las millones de cosas que podrían pasarte si alguien del Círculo llegara a encontrarte? —se acercó lo suficiente a ella para poder expresarle todo su enfado sin que nadie más escuchara.

—Estoy bien, ¿si? Estaba en casa de Magnus, con Jace y Alec, no creo algo vaya a pasarme estando con ellos, puedes quedarte tranquila —habló con bastante desdén y esquivo el cuerpo de la mujer para poder ingresar sin darle mucho tiempo para que siguiera regañándola.

—¿Dormiste dónde Magnus? —esta vez, fue la menor de las Lightwood la que interrumpió su caminar, pero a diferencia de la madre, a Colette no le molestaba hablar con Isabelle. De hecho, estaba esperando poder hacerlo.

—No dormí de a mucho que digamos —se frotó los ojos con cansancio.

—Oh, no nos digas.

Alexander se abrió paso de detrás de una computadora, razón por la que Colette no lo había visto al entrar. Notó la agresividad en su voz, como si el escucharla decir que había estado con Magnus no lo pusiera muy feliz.

—Le ayude a tratar las heridas de Luke y hablamos un poco, eso es todo —explicó con un pequeño tono pasivo.

—Como sea. Haz lo que quieras.

—¡Alec basta! —Isabelle volvió a hablar, esta vez reprendiendo a su hermano por la infantilidad de su comportamiento.

El chico rodó los ojos y se fue caminando con ímpetu, dejándolas solas, sumidas en un incómodo ambiente.

—Max me dijo algo muy interesante ayer —mencionó la pelinegra.

—¿Max esta aquí? —escuchar que el pequeño estaba en Instituto la puso de buenas.

—Sí, llego ayer con papá. El punto es, que me dijo que tú le has estado dando clases particulares, incluso admitió su picardía con la runa de fuego. Pero lo interesante no fue eso, sino que también mencionó algo sobre que te escuchaba gritar en la noche, que escucho hablar a mis padres sobre unos "sueños" que tenías —la pelinegra le miró de soslayo, Colette no supo si la estaba interrogando o solamente aclarando dudas.

𝓜𝓮𝓶𝓸𝓻𝓲𝓮𝓼 ↬ a. lightwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora