Sus cicatrices
—Sé lo que estás pensando—, dijo él enterrando su nariz en el cabello castaño de la menor, hasta ubicar sus labios junto a su oreja, de modo que podía oír su respiración; y el tono de voz tan bajo que él empleaba le parecía más seductor que de costumbre, mas tranquilizador—. Y no te dejaré hacerlo.
Negó con la cabeza, aún recostada en su hombro. Contuvo las lágrimas que querían salir y levantó la cabeza, con una sonrisa dolida. Atreviéndose finalmente a mirarlo a los ojos.
Y la expresión que él tenía sólo logró romperle más el corazón.
—Nadie más puede morir por mi culpa.
—Nadie más va a morir por tu culpa.
La mirada que él le daba era reconfortante, dulce. Llenaba su pecho y hacía a su estómago sentir ese cosquilleo al que ya estaba habituada cada vez que lo miraba a los ojos. Su corazón se hundió en su pecho, cuando la expresión del moreno se transformó en una mueca preocupada.
—Tori encontrará la manera de sacar los dispositivos...-
—¿Y si no lo logra?
—Entonces...—, las palabras se atascaron en su garganta, se humedeció los labios varias veces antes de seguir hablando, buscando las palabras adecuadas—. Entonces... si...- si no lo logra, ya veremos qué hacer. Juntos.
Y sabía muy bien que él intentaba reconfortarla, sin embargo ella estaba tan rota y destrozada que sólo logró sentirse peor al verlo a él tan desesperado por salvarla.
—Yo sólo soy una persona. No importo tanto. Y es lo que es.
—Pero sí importas—, habló con los nervios a flor de piel y la desesperación colándose en su tono de voz—. Me importas a mí. Y te amo.
Un escalofrío la recorrió. No pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas rebeldes y una sonrisa dolida se abrió paso en su rostro.
Se sentía mal por lo que había hecho. Y por lo que haría.
Levantó sus manos hasta ubicarlas en las mejillas del moreno. Él cerró los ojos ante el tacto delicado de la muchacha. Juntaron sus labios en un beso. Uno lleno de dolor, de tristeza, de arrepentimiento.
De perdón.
Él pasó su brazos por detrás de su abdomen, debajo de la ropa de la castaña. Acariciando su piel. En un ágil movimiento tiró de ella en su dirección, sentándola sobre sus piernas.
Entonces ambos sabían que la intensidad estaba subiendo.
Tobias pasó sus manos por toda su espalda, acariciando la piel que debido a la situación estaba sensible, hirviendo en deseo.
Se separaron para tomar aire. Ella mordió del labio inferior del muchacho y tiró de él, provocándolo descaradamente.
Se miraron a los ojos, viendo el deseo en los ojos del otro.
Quiero esto.
Bajó su mirada a los labios del moreno, viendo lo hinchados y rojos que se hallaban. Miró su propia camisa, y con sus manos algo temblorosas la quitó sobre su cabeza. La tiró a algún lugar de la habitación.
Sintió la mirada del moreno analizar su cuerpo con detalle; su rostro tomó un color rojo, debido a la vergüenza.
Vergüenza en su máxima expresión.
Se cubrió acto reflejo, escondiendo su rostro en el hueco del cuello del mayor.
Sintió las manos de Tobias acariciar su piel con suma delicadeza. Sus dedos pasaron sobre las cicatrices de su espalda, sobre las cicatrices de sus brazos y abdomen. Luego llegaron hasta el tatuaje en sus costillas, él lo acarició con suma delicadeza.
ESTÁS LEYENDO
Young, Broke & Infamous || Tobias Eaton (4)
Fanfiction[Terminada] Cuarto libro de la saga: "Young, Broke & Infamous" Todo había regresado a la normalidad. El sistema de facciones se mantuvo, Erudición, Verdad, Abnegación, Cordialidad y Osadía. La ciudad se había sumido nuevamente en la calma que debió...