Fantasmas del pasado
Un fuerte estruendo resonó en el Domo pues a un Cordial algo distraído se le había resbalado de las manos su bandeja con comida, estrellándose esta -con todo, platos, comida, cubiertos y vaso- en el suelo.
Tobias observó de reojo a Valentine, que inconscientemente se había tensado en sobremanera, pero creyendo a su vez que no era lo suficientemente notorio como para preocuparse.
La codeó para llamar su atención. Teniendo como respuesta un jadeo y un brinco de sobresalto sobre su lugar.
—¿Todo bien?
Ella pareció pensarlo un buen rato, como teniendo una batalla, no, una guerra con sus pensamientos. Con sus recuerdos.
Finalmente, y luego de aclararse la garganta... tres veces, murmuró una respuesta poco convencedora.
—Sí.
—¿Segura?
—Sí.
Luego resonaron algunos más ruidos bastante imponentes -a su parecer- y con cada chasqueo, con cada crack, con cada bam, con cada tintineo, la pecosa se encogía en su lugar. Tobias, de solo verla así, sintió su garganta secarse y cerrarse.
¿Qué le sucedía?
Se sentía tan malditamente impotente solo por el hecho de no poder hacer nada para hacerla sentir mejor, por el hecho de no saber qué sucedía.
Porque simplemente ella se rehusaba a abrirse a él.
—Yo... perdí el apetito. Tengo que hacer algo en los cultivos. Te veo en la noche—, murmuró ella enredándose con su propia lengua.
—No comiste nada—, recriminó, pero sin una pizca de enojo; solo era... preocupación.
Preocupación en su estado más puro.
—Sí. No... no me apetece—, explicó pobremente empujando su propio plato hacia Tobias.
Pero evitando descaradamente el contacto visual con él. Como si el juntar los iris azules de él, con sus iris cafés, fuese a permitirle el paso libre para hurgar en lo más profundo de su ser...- como si verlo a los ojos, le dijese qué le sucedía, con lujo de detalles.
Y ella no quería eso.
No quería hundir a Tobias en su mierda. Aun más.
Los fantasmas de su pasado la atormentaban. Él era plenamente consciente de esto, porque, de cierta forma, a él también lo atormentaban.
Miró disimuladamente a Marcus, quien estaba sentado en la misma mesa que Johanna y -curiosamente también- el padre de Valentine. A esa distancia podía ver lo bien que se llevaban los dos hombres; le asqueaba, le fastidiaba... lo detestaba, directamente.
Regresó su mirada a su bandeja, y a la de la castaña que estaba casi vacía -notó que últimamente ella estaba comiendo muy poco.
Resignado decidió comer tan rápido como le fuera posible. No quería pasar más tiempo del necesario bajo el techo del Domo, en especial estando Marcus Eaton y Adam Reds allí.
Se levantó luego de acabar con su comida, llevando las dos bandejas hasta el lugar designado para estas. Decidió tomar una manzana, en caso de que viera a la pecosa por ahí, obviamente, la haría comerla.
En todo momento con una única cosa en su mente.
Caminó por los campos de Cordialidad, buscándola. Pero simplemente no la encontraba por ningún lugar. Tal vez... se había escondido. Tal vez quería estar sola.
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Young, Broke & Infamous || Tobias Eaton (4)
Fanfiction[Terminada] Cuarto libro de la saga: "Young, Broke & Infamous" Todo había regresado a la normalidad. El sistema de facciones se mantuvo, Erudición, Verdad, Abnegación, Cordialidad y Osadía. La ciudad se había sumido nuevamente en la calma que debió...