Cap. 10

1.1K 113 77
                                    

Antes del Ataque

—¡Oye! Cerdo asqueroso, ven aquí.

—¿Yo?

—¿Ves algún otro? Camina.

—En primer lugar debo aclarar que me hallo profundamente ofendido por la forma en la que me tratas.

—Deja de ser una perra llorona.

—Y—, alzó la voz, enfatizando—, en segundo lugar. No hay necesidad de recurrir a la violencia, niña. Amaneciste más ofensiva que de costumbre. ¿Puedo saber por qué?

—Y tu amaneciste más metiche que de costumbre. No, no puedes. Ahora, cállate y sígueme.

—Como ordene, jefa—, y con un gesto militar, se puso en pie y siguió a su amiga. Despidiéndose con la mirada de los chicos con los que había estado hablando antes de que Valentine llegara—. Pecas...

—¿Qué pasa?

La observó mirar por la esquina de un pasillo hacia ambos lados, y luego de verificar que estaba vacío, caminó por este. Por supuesto, la siguió de cerca.

Lucía como una loca paranoica.

—¿Qué sucede?

—Silencio—, se frenó en seco casi al final de un pasillo, pues había visto a algunos de los líderes de Erudición y Osadía salir por una puerta metálica -que por lo general era custodiada las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

Saltó sobre Uriah, empujándolo hacia una de las paredes del pasillo, justo al tiempo que el grupo de líderes giraron en la dirección donde ellos dos se encontraban.

Tenía que pensar rápido y no verse muy sospechosa.

Tomó las muñecas de su amigo y ubicó las manos de Uriah sobre su cintura. Y, parándose en la punta de sus pies, pasando sus manos por la nuca del moreno, juntó sus labios.

Escuchó un amortiguado "pecas..." pero no se movió, es más, empezó a besar a Uriah genuinamente, con ojos cerrados, cabezas inclinadas, labios húmedos, y manos ansiosas acariciando el cuerpo del otro. Uriah, algo sacado de balance, le siguió el beso.

Luego de un rato así...- luego de sentir a su amigo apretar su cintura, abrió los ojos y se separó abruptamente. Descubriendo que el grupo se sus superiores ya se había marchado.

Amm... ¿me puedes explicar qué demonios sucede? ¿Y qué demonios fue eso?—, ella caminó por el pasillo en puntas de pies, verificando que, en efecto, estaban solos—. Valentine.

Uriah nunca la llamaba por su nombre.

—Escúchame bien—, se acercó finalmente, con tono de voz autoritario y casi demandante—. ¿Viste a esas personas, verdad?

—Sí...

—Dime, ¿Qué hacía aquí Jeanine Matthews, junto a Max y los otros líderes de Osadía y Erudición?

—Bueno, no lo sé...-

—Lo que nos inyectaron, Uriah. Ten mucho cuidado, por favor. No quiero perderte—, murmuró ahora apaciguando su tono hasta que sonó como una súplica—. Prométeme que vas a tener cuidado, idiota.

—Es que yo... no entiendo qué...-

—Promételo.

—Bien, bien. Sí. Lo prometo—, se rindió, alzando sus manos como si fuese amenazado con un arma.

—Bien—, suspiró ella, pasando una mano por su cabello despreocupadamente.

Una sonrisa creció en el rostro del moreno. Picó el estomago de la castaña, quien solo frunció el ceño e hizo una mueca amenazante.

Young, Broke & Infamous || Tobias Eaton (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora