Cap. 17

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Buenas nuevas

Aún algo adormilada, giró sobre su costado, pasando el brazo por el torso de Tobias, juntando más sus cuerpos desnudos.

La había despertado la luz del sol que se colaba por el enorme ventanal. Adoraba las vistas, no lo negaba, pero, demonios, cómo odiaba la luz mañanera.

En especial luego de haberse desvelado tanto la noche anterior.

—Oye—, llamó en voz baja, luego de aclarar un poco su garganta.

Un gruñido cansado y bastante adormilado reverberando bajo su abrazo, fue su contestación.

—Tobias—, cantó, jugando con los rulos desordenados, y ahora mucho más largos y rebeldes que nunca.

Ah, ricitos de oro.

Otro gruñido. Sonrió embobada.

Se incorporó de golpe, dejando la fina sábana que cubría sus cuerpos deslizarse, y subió a su espalda, pasando una pierna a cada lado del cuerpo desnudo del mayor, apoyando su peso en estas y no en Tobias, para no aplastarlo.

Trazó con sus dedos las líneas de tinta en su piel, hallando en el camino algunas cicatrices ya casi imperceptibles, trazó también el círculo de cada Facción. Inconsistentemente se detuvo unis segundos demás en Cordialidad.

Hasta que finalmente obtuvo una respuesta coherente y no un simple mhm.

—¿Qué pasa?

Escuchó su voz pastosa, gruesa y casi como un gruñido, debido a las horas de sueño. Sonrió en respuesta.

Levantó sus caderas con algo de esfuerzo -ya que le dolía todo el cuerpo por los sucesos de la noche anterior, y Tobias giró su cuerpo, ahora quedando boca arriba; ella quedando ahora sentada sobre sus caderas.

El ojiazul no tardó en llevar sus manos a los muslos de la chica, de forma instintiva.

—¿Te sientes mejor?

Ella asintió, ahora trazando con sus dedos figuras y patrones desiguales en el pecho y estómago del muchacho. Con un sonrojo apenas perceptible en las mejillas.

—¿Quieres comer? Iré por algo a la Cafetería.

—No tienes que hacerlo. Quédate aquí. ¿Sí?

—Claro, a tus órdenes.

Con una sonrisa, tiró de ella para que se acostara a su lado, casi obligándola a recostar su cabeza en su pecho. Pasó sus brazos por el cuerpo de ella. Abrazándola con fuerza.

Dejó una de sus manos en el estómago de ella, acariciando este de forma inconsciente.

Hubo un buen rato de silencio donde ninguno sintió la necesidad de hablar o comentar nada; de llenar el silencio con palabras sin sentido.

—Edd me hará un favor hoy en la tarde. Me dijo que lo encontrara en el edificio de Verdad.

—¿Es sobre eso?

Asintió, largando un bostezo. Ahora moviéndose un poco para recostarse en las almohadas.

—Bueno, de hecho Edd y Matthew—, hizo la pequeña corrección—. Más Matthew que Edd.

El mayor rió un poco, rodando sutilmente los ojos. Se inclinó y besó a su chica en la frente; acto seguido, guiado por impulsos e instintos, se sentó e inclinó un poco para depositar un beso en el estómago desnudo de la castaña.

Lo observó levantarse de un tirón de la cama, y caminar hasta el casillero que usaba como armario. Junto a éste había otro casillero, donde estaba la ropa de Valentine. Tobias tomó una toalla y la colgó en su hombro.

Young, Broke & Infamous || Tobias Eaton (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora