Living in Danger |Peter Pevensie|

TREINTA

Una vez en el barco, estaba anocheciendo, y las vistas en el barco eran maravillosas. Olivia se encontraba en la proa, aprovechando el bonito paisaje que estaba viendo.

El agua estaba calmada, y el cielo tenía una mezcla de colores rosas, violetas y azules. Las nubes parecían algodones de azúcar gigantes.

La brisa removía su cabello ligeramente, cerró los ojos e insistió. Disfrutó del momento.

Notó que alguien llegaba detrás de ella, y se dio la vuelta. Peter la contemplaba con afabilidad. Ella le sonrió un poco.

—Perdona, no quería molestarte.

—No molestas —respondió ella con calma.

Peter se apoyó en la madera, junto a ella, de hecho estaba tan cerca que sus brazos chocaban uno con el otro. Ambos miraban al frente.

—Qué bonito —comentó Peter mirando el cielo.

—Es precioso.

Peter la miró. Había deseado ese momento, estará junto a ella, demasiado tiempo. Las cosas entre los dos no habían ido bien al distanciarse, pero ahora que estaba allí... No podía evitar sentirse como siempre junto a ella. Estaba tan guapa como siempre, con esa personalidad tan decidida y enérgica, tan independiente pero afectuosa a la vez.

Olivia lo miró también. Y se sintió de la misma manera. Los labios de Peter estaban rosados en ese momento, y estaba tremendamente apuesto en ese momento. Bueno, en ese y en todos.

—Peter —dijo en un gemido, cuando vio que él se acercaba lentamente hacia ella.

—No sabes lo que te he echado de menos —Peter parecía sufrir de solo pensarlo, mientras se acercaba a ella. Agarró el rostro de la chica—. Pensaba que nunca nos volveríamos ver si no era cuando todo fuese irremediable, y menos en Narnia.

—Peter —dijo ella con sorpresa, al escuchar su tono de voz y cómo la miraba.

—Cuando te llevaron ayer... para venderte en el mercado... —Peter suspiró—. Me di cuenta de que no puedo perder más el tiempo. Nos hemos dado muchas oportunidades que han sido fallidas porque no hemos hecho las cosas como debíamos.

—¿Qué quieres decir con esto?

El corazón de ella latía a mil por hora, ¿estaba Peter confesando que seguía sintiendo cosas por ella? ¿Estaba soñando? Realmente no se imaginaba que eso pudiera llegarle a pasar.

—Quiero decir que estoy harto de que las cosas empeoren. He sido egoísta muchas veces, en nuestra relación, y no hemos luchado por ella lo que debíamos. —Peter besó la frente de Olivia con delicadeza—Olivia, ¿me das otra oportunidad?

Olivia puso las manos en el pecho de Peter para alejarlo un poco.

—Peter, Audrey es...

—Olvida a Audrey —le espetó él con enfado. —No es nadie para mi en comparación contigo.

—Eso me parece cruel —ella se zafó del agarre del rubio—. No hables así de una chica a la que le gustas.

Aunque Audrey era su rival, era una chica con sentimientos. No quería imaginarse cómo se sentiría si escuchaba a Peter hablar así de esa manera sobre ella.

—Ella puede estar ilusionada por ti —Olivia quería hacerle entender a Peter que no estaba bien echar los sentimientos de otra persona a la basura—. Pensaba que tú no eras así.

—No lo entiendes —Peter negó con la cabeza, frustrado. Miró al mar—. Audrey se ve con otro chico. ¿Vale?

—¿Qué? —Olivia se acercó a él con el ceño fruncido. Luego se enfadó un poco—. ¿Por eso vienes a mi? ¿Porque Audrey te pone los cuernos?