—¿Por qué justo ahora?, ¿qué ocurrió?
La voz de Alay se escuchaba por encima de aquellos que veían el cuerpo inconsciente de Kaleb que aún se aferraba a Bastian como si su vida dependiera de ello.
Nadie quería decir lo que pensaba en voz alta, habían escuchado las palabras de Kaleb justo antes de caer inconsciente, él lo dijo claramente y por como se encontraba, no era difícil imaginarse lo ocurrido, incluso Said supo que no era necesaria su intervención en el asunto.
Todos sabían que el laso que comparten los padres se extiende a sus hijos una vez que nacen, básicamente compartían hilos invisibles que los unían como familia. Una vez el joven o la joven eran lo suficientemente mayores y conseguían su propia pareja, creando un laso con esta, la unión entre los padres y su hijo se rompía de manera natural sin dolor o algo similar, así era su naturaleza, la necesidad de compartir una conexión. Como cambiantes no estaban hechos para permanecer solos durante mucho tiempo.
Lastimosamente, en el caso de Kaleb, aunque estuviera próximo a su primera luna y por consiguiente a forzar la unión con Bastian, aún seguía unido a sus padres, sin la marca de Bastian el lazo con ellos seguía tan fuerte como siempre.
En casos así, la perdida de alguno de los padres, o de ambos, rasgaba la unión de manera agresiva provocando un dolor intenso y paralizante, similar al de perder a tu compañero, a la persona que marcaste como tuya, aunque ese dolor era cien veces mayor, nada se le podía comparar, ya que básicamente era la muerte de una parte de ti mismo.
Para Bastian ver a Kaleb de esa manera fue como verse a sí mismo cuando perdió a los suyos. Solo, confundido y lleno de dolor, no había nadie a quien aferrarse, nadie a quien llamar mientras el dolor lo consumió y su mente lo abandono. Era tan solo un niño, pero recordaba con claridad. Aun hacia temblar su alma al recordar la cicatriz más grande que pudo adquirir a una edad tan temprana.
Realmente nunca le hubiera deseado tal dolor a alguien y claro, jamás se lo habría deseado a Kaleb.
Sus brazos aún rodeaban el cuerpo inconsciente, observando como el sudor frío empezaba a aparecer en la frente del más joven mientras su cuerpo empezaba a temblar, su temperatura descendió drásticamente en cuestión de minutos.
—Nada bueno. —La preocupación se veía reflejada en los rasgos normalmente astutos de la mujer que en ese momento parecía no poder evitar acariciar su abdomen de manera inconsciente, como si rogara que su hijo nunca sintiera tal perdida. —Pero el consejo no tardará en traer la noticia en cuanto descubran lo que ocurrió.
Más de uno en la sala no dudo en pensar, aunque fuera por un segundo, que el consejo celebraría por lo alto al descubrir tal acontecimiento.
Para Bastian esto encajaba perfectamente con los planes que Leonora le había mencionado, solo que al parecer, esto no empezaría por una discusión entre él y Kaleb, parecía ser algo más, aún no habían hecho nada, no se habían registrado peleas de poder en el territorio de los Grove desde... nunca, nadie se atrevería a hacerles algo, mucho menos matar a su líder, además, Kaleb nunca mostró preocupación por la salud de sus padres, es decir que gozaban de buena salud, imposible que en menos de dos meses algo les arrebatará la vida.
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La Manada: Amanecer Oscuro [EN EDICIÓN]
WerewolfTanto Kaleb como Bastian son forzados a entrar en una unión que pretende ser por conveniencia pero que es mucho más que eso. Sus vidas se llenan de desafíos y tormentosos sucesos que los hará odiarse y amarse hasta un punto sin retorno. Sus vidas co...