Capítulo 10

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La pelirroja esperaba al lado de la puerta de vidrio, revisaba sus notificaciones con aburrimiento, se suponía que la clase acababa hace 5 minutos, no sabía qué los hacía demorar, pero tampoco tenía muchas de ingresar para averiguarlo

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La pelirroja esperaba al lado de la puerta de vidrio, revisaba sus notificaciones con aburrimiento, se suponía que la clase acababa hace 5 minutos, no sabía qué los hacía demorar, pero tampoco tenía muchas de ingresar para averiguarlo. Finalmente, pocos segundos después, algunos alumnos empezaron a abandonar el dojo, la adolescente sonrió cuando finalmente pudo reconocer a sus amigos.

Hawk se acercó de inmediato, colocando su brazo sobre sus hombros mientras le daba un beso en la mejilla que la hizo sonrojar. Miguel la saludó brevemente, bastante nervioso.

–¿Todo bien?

–Tengo una cita con Sam.

–Oh, eso es genial –le respondió, mintiendo un poco en el camino, no le agrava mucho la mencionada desde la fiesta de Halloween– ¿Ya sabes dónde irán?

–Irán a un observatorio aburrido, no quiere llevarla a hacerse tatuajes –comentó el de cresta azul.

–Sí, claro, porque eso es muy romántico –le contestó el latino, antes de fijarse nuevamente en su amiga– ¿Ya viste su tatuaje?

–¿Verlo? Tuve que esperar tres horas a su lado.

–¿No dijiste que fueron catorce? –comentó Miguel, Hawk ignoró la pregunta.

–Liv, ¿ya vamos?

La pelirroja asintió a lo mencionado por su mejor amigo, entre los entrenamientos de natación de ella y él, completamente enfocado en Cobra Kai, no tenían tantas oportunidades de pasarla juntos como antes. Sin embargo, ambos tenían el tácito acuerdo de aprovechar cada posibilidad.

–Creo que no le agrado a las chicas del equipo... –mencionó la chica mientras cogía la tajada de pizza de la caja y se recargaba sobre su sofá.

–¿Por qué lo dices?

Olivia sonrió cuando vio una genuina expresión de sorpresa en su rostro, casi como si no recordara que ella podía contar sus amigos con sus dedos. Hawk y Katie definitivamente encabezaban la lista, pero después de ellos solo estaban Miguel, Demetri y, quizás Robby, con quien se había mensajeado un par de veces después del incidente con sus madres. No había más figuras en su "vida social" y Olivia no se quejaba.

–Creen que el entrenador tiene preferencias –masculló con molestia–, es como si no vieran que me esfuerzo tanto o más que cualquiera del equipo.

–Siempre podrías dejarlo y venir a Cobra Kai, pasaríamos más tiempo juntos así –soltó como quien no quiere la cosa.

–O podrías unirte al equipo y despedirte del karate, no me disgusta la idea de verte con el uniforme –bromeó la pelirroja.

–Oh, Livvy, sí que sabes halagar a tu futuro novio, pero prefiero mantenerme en mi gui por ahora.

La pelirroja negó con la cabeza, pero una sonrisa no pudo evitar colarse en su rostro, prometiéndose a prestarle más atención a la película. Aunque el chico había intentado negarse, cuando ella juró no contarle a nadie, cedió, y ahora ambos podían disfrutar de una necesaria maratón de la trilogía original de Star Wars. Hasta que, para la final de El imperio contraataca, el celular de Hawk sonó.

𝕹𝖔𝖙 𝖆𝖓 𝖔𝖕𝖙𝖎𝖔𝖓 - 𝑯𝒂𝒘𝒌 /𝑪𝒐𝒃𝒓𝒂 𝑲𝒂𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora