𝑨𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍☆𝙃𝙖𝙧𝙘𝙤.

𝕮𝖚𝖆𝖗𝖊𝖓𝖙𝖆

El llanto amargo de aquel omega que yacía en el suelo, respirando entrecortadamente al verse impotente de haber detenido a su alfa.

Lucius se acercó a su hijo con el dolor latente en su pecho al ver a su cría tan destruido, habia jurado nunca verlo destruido, como aquella vez, pero ahora lo tenia delante suyo llorando desconsoladamente.

Llamando a su alfa, golpeando el suelo.

La omega miraba a su cachorro y a su esposo con el corazón en la mano, la omega soltó un chillido de dolor al ver tal imagen, su bebé destruido.

A pasos lentos se acercó a su familia para poder sostener al joven omega que se hallaba recostado en el suelo aún soltando su llanto.

Cuando intentaron levantarlo este se convirtió en un lobo de pelaje rubio y salió corriendo en dirección a donde se habia ido el auto de Harry.

Los aullidos dolorosos del omega llamando a su alfa sin duda metía la tristeza en todo aquel que lo escuchaba, pero el omega se hallaba débil, su primera transformación en años y el dolor que albergaba su alma no le permitieron correr mucho más lejos, se volvió a derrumbar y gimoteando de dolor de acurrucó en el suelo.

Sus padres, quienes se habían transformado y seguido a su hijo se acurrucaron a su lado dándole esa protección que necesitaba el joven omega.

Lo acompañaron en su dolor por unos minutos hasta que el omega se volvió a levantar y corrió hacia su casa siendo seguido por sus padres.

Volviendo a su forma humana el rubio corrió por las llaves del auto de su padre.

- ¿Qué estas haciendo hijo?

- D-debo ir, él no puede dejarme, no puede - musitó el rubio con las manos temblorosas y la mirada perdida, estaba entrando en una crisis por lo que Lucius lo tomó por ambas mejillas y lo obligó a mirarlo.

- Se va ir y tú no puedes hacer nada para impedirlo Draco - exclamó el mayor viendo como su hijo negaba con frenesí ante las palabras de su padre - ¡Si! debes dejarlo ir, le han ofrecido una beca en otro país y él sabia que tú no lo tomarías bien por lo que tuvo que hacer todo esto, si, fue un movimiento cobarde pero...

- ¡¡No, él me dijo que lo hacia para protegerme!!

- ¡Entonces con menos razón puedes ir a detenerle! ¡No sabemos que esta pasando, pero solo toca quedar a esperar! ¡Él volverá por ti porque te ama!

- ¡Yo no quiero que se vaya sin mi!

- Lo siento hijo, él ya debió llegar al aeropuerto y hasta que llegues allá él ya se habrá ido - susurró Lucius viendo como los ojos de su cachorro volvían a colocarse acuosos y volvía a gimotear entre sus brazos.

Draco se llevó las manos hacia el pecho y empezó a respirar dificultosamente asustando a sus padres quienes gritaron espantados al ver a su hijo desplomarse entre sus brazos.

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Por otra parte se hallaba un alfa pelinegro que abordaba un avión con el corazón destruido, vio a su padre dentro de aquel avión, James sonreía mientras tomaba del vino que le habían servido.

- Estoy acá, pero déjame decirte algo, debes tener cuidado porque en algún punto de tu vida te voy a matar por esto que me estas haciendo. - exclamó el alfa con furia, se hallaba molesto y dolido, si bien su padre le habia dado hasta el fin de curso, a ultimo momento, un día antes de aquel campamento le habia dicho que debían irse lo más pronto posible.

Dejando a Harry disfrutar de su omega por solo esos días, no habia podido tratar con el omega para su despedida y sabia que James lo habia hecho para que el omega se sienta rechazado.

Para destruirlo.

Pero Harry confiaba en que su omega era alguien fuerte y lograría sobrellevar todo ese asunto.

- Solo es un omega por Merlin Harry, yo solo quiero tu bien. - dijo James restándole importancia al asunto, logrando que su hijo le gruñera molesto.

- No, no solo es un omega, es MI omega y créeme, no nos podrás separar para siempre, algún dia volveré por él. - aclaró Harry retando con la mirada a su padre quien tan solo se levantó de donde se hallaba sentado mirando molesto a su hijo.

- Eso ya lo veremos, si un dia decides volver, lo de hacerle la vida una mierda a ese omega seguirá en pie, por tu bien y el de ese estúpido omega sabras que lo correcto será nunca volver.

- ¡Eres un hijo de puta! - exclamó Harry intentando acercarse a su padre para golpearlo pero fue detenido por los guardaespaldas de su padre.

James tan solo sonrió con malicia viendo como su hijo forcejeaba contra los guardaespaldas.

- Háganlo dormir antes de que partamos, no quiero escuchar su llanto en este viaje.

- ¡¡Te odio!! - gritó Harry viendo como a su padre salir de aquel pequeño cuarto.

Los alfas tomaron a Harry con más fuerza y lo arrastraron hasta otra pequeña habitación en aquel avión donde lo sedaron contra su voluntad.

Alejándolo del omega, separando sus vidas para que no vuelvan a reencontrarse.