𝑨𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍☆𝙃𝙖𝙧𝙘𝙤.

ℭ𝔲𝔞𝔱𝔯𝔬

- ¡Harry! - un cuerpo diminuto y con olor a mermelada de fresa fue lo único que logró agarrar el pelinegro.

- Hola Cho, me agarraste de sorpresa, por poco y te dejo caer. - comentó divertido el pelinegro.

- No me hubieras dejado caer al suelo de todas formas - respondió divertida la omega.

- Eso no significa que te puedes lanzar así, no estoy acostumbrado a sujetar cuerpos que se lanzan sobre mi, puedo dejarte caer.

- Pero si siempre estas agarrando al omega rubio que no se despega de ti.

- Es diferente, estoy acostumbrado a Draco, siempre sé en que momento se va a lanzar o ya estoy preparado para cuando lo haga. - respondió con una sonrisa el alfa.

- ¿Entonces cual es la diferencia de él conmigo?

- Como ya te dije, estoy acostumbrado a que él se me lance, conozco su olor, mi lobo sabe cuando esta cerca, la costumbre de los años.

- Ah, ya, entiendo, bueno, me pasa lo mismo con algunos amigos y espero que pronto te acostumbres a mi olor, porque me gusta cuando me atrapas entre tus brazos - comentó con una sonrisa la pelinegra, sonrisa que Harry devolvió. - ¿Qué haces aquí solito? ¿No te iras a casa aún?

- Estoy esperando a Draco, esta en la oficina del director.

- ¿Se hizo llamar la atención?

- ¿Qué? jajajaja, no, el director lo llamó para que dé su punto de vista en un nuevo proyecto que tiene para el siguiente bimestre, Draco es bueno con las actividades, hasta ahora tanto estudiantes como maestros quedaron encantados y satisfechos con todo lo que se ha hecho aparte de que fue a inscribirse para el concurso sobre los videos de seguridad ciudadana - comentó el pelinegro sintiéndose orgulloso por su amigo.

- Mira vos, yo ni sabia, claro, como soy nueva aquí no le presto mucha atención a algunas cosas, ¿tú participaras en los videos?

- No, no tengo cabeza para eso, será una perdida de tiempo, pero estaré para ayudar a Draco en lo que me pida ayudar.

- Ah, bueno, por el momento se inscribieron veinte grupos ¿no? - el pelinegro asintió ante aquello y ambos se quedaron en un pequeño silencio.

- ¿te vendrán a recoger?

- ¿Qué? No, ¡Merlín! ni que fuera una niña, las chicas me están esperando afuera, venia a invitarte para ir a caminar y comer algo por el centro ¿Qué dices? - la pelinegra vio extrañada como Harry se daba la vuelta con una sonrisa y se remangaba las mangas del suéter que traía puesto. - ¿Qué haces?

- Tres, dos, uno... y ahí esta - respondió divertido el pelinegro viendo al rubio correr en su dirección.

- ¡Alfa! - gritó el rubio omega antes de lanzarse a los brazos del pelinegro quien rodeo su cintura para girar con el omega en brazos.

- ¡He, cariño! ¿Cómo te fue? - preguntó el pelinegro mientras bajaba al rubio de sus brazos para luego tomar la mochila del omega y colocarla en su espalda.

- Bien, tengo mucho que contarte y quiero que me des tu opinión en algunas cosas, ah, hola Cho.

- Hola Draco, ¿Y bien, Harry? ¿Qué dices? - preguntó la pelinegra viendo al alfa.

- ¿De qué? - preguntó el rubio intrigado.

- Invité a Harry para ir a caminar y comer algo por ahí.