𝑨𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍☆𝙃𝙖𝙧𝙘𝙤.

𝒱𝔢𝔦𝔫𝔱𝔦𝔠𝔲𝔞𝔱𝔯𝔬

Voy a aclarar algo antes de continuar con el capitulo, porque si lo dejo para el final me olvido y ya no sabré como decírselos.

Bueno, venia a explicar porque Draco no sufrió algo en la clase de deporte, en pleno juego, aunque talvez no sea necesario porque él mismo lo explica, pero por si las moscas, en todas las clases de deporte Draco solía quedarse quieto, por su problema en el corazón el cual al no haber sido catalogado como algo grave no logró que Draco consiga un permiso para la clase de deportes, por eso solo caminaba y si era necesario corría un poco, cuando corrió con Harry en un capítulo anterior, si recuerdan tuvo que ser internado, pero Harry había pensado que se debía a su lobo, ya que él no conoce del tema de su corazón.

Espero que se haya entendido, sin nada más que decir, que continue la lectura.

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Pov Draco.

- Bebé, iremos a comprar alginas cosas, ¿quieres algo? - la voz de mi madre parecía tan lejana en estos momentos.

Me habían venido a recoger al instituto, eso hace unas horas, tenia una revisión médica, para saber cual era mi estado, aunque me ya sabia lo que me dirían, me costo mucho no desmoronarme delante de todos.

- N-no mami, e-estaré bien - susurré sin levantar la cabeza, mis padres bajaron del auto para luego dirigirse al super, me recosté en el asiento de atrás y me quedé pensando en lo que me habían dicho.

"Lo siento mucho Draco, pero desde hoy tus cuidados deben triplicarse, tu arritmia cardiaca a empeorado, puede que necesites de un marcapaso, pero primero veremos que tal vas con el tratamiento."

Mi vida estaba acabada, y aunque sabia lo muy pesimista que estaba siendo conmigo mismo no podia evitarlo, sentí a mi lobo bajar sus orejas y soltar un gemidito triste dentro mío.

Habia tratado de consolarme desde que el doctor dijo aquello, lo cual me causaba una risa triste, ambos tan deprimidos, queriendo consolarnos y sin saber como, ambos con ganas de que todo esto sea una pesadilla, ambos con ganas de despertar.

Supongo que en una anterior vida fui el villano de algún cuento y ahora me habia llegado el karma, me preguntaba si alguna vez llegaría a ser feliz, aunque lo veo imposible, de todas formas queria ser feliz, no queria resignarme ante mi destino desdichado.

Desearía tanto regresar en el tiempo donde era un niño, un niño que de lo único que se preocupaba era de hacer los deberes para luego salir a jugar, un niño que no le interesaba si al cumplir los doce seria alfa, omega o beta.

Pese a que tampoco tuve una muy buena infancia como el resto de los niños tampoco podia quejarme, mis padres me amaban aunque no estaban mucho en casa.

Yo sabia que lo hacían, siempre me lo recordaban, al igual que ahora lo siguen haciendo, talvez la maldición de una vida desdichada habia sido colocada cuando resulté ser omega, no tengo más explicación que eso, ya que todo empezó desde ahí, mamá siempre me dijo que las cosas que nos pasan son lecciones de la vida para hacernos más fuertes.

Que de esa forma sabremos superar la verdadera prueba, que todo lo que estaba pasando no era más que una advertencia de cuan grande seria lo que más allá nos enfrentaríamos en verdad.

Pensé que mi mayor prueba fue cuando me forzaron en aquel oscuro callejón, pero al parecer eso tambien era una advertencia.

Sollocé lo más silencioso posible, me sentía muy solo, ya no tenia fuerzas para más, no podré soportar más.