Aquel maravilloso 28 de Mayo, Hugo tuvo clase de interpretación con Ivan.
El profesor no sólo iba viendo la mejora escénica del chico a medida que pasaba el tiempo, sino que también podía advertir su mejora anímica. Y eso era algo fabuloso, porque mostraba su mejor versión, la versión de Hugo que todo el mundo adoraba.
Nia salía de la sala de Ivan cuando Eva y Hugo se acercaron abrazados hasta la puerta. No se habían soltado en todo el día y no tenían el sentimiento de querer hacerlo. Así estaban bien y así era como querían estar.
-Resulta que hoy durmiendo se me ha pegado un bicho y no me lo puedo quitar así que se va a quedar conmigo.- Explicó Hugo entrando en la sala de Ivan con la morena colgada de su cuello.
-Bueno...- Aceptó Ivan.- Vamos a ver Hugo, vale, me vale.-
-A mí me vale.- Comenzaron a cantar al unísono Hugo y Eva.- Cualquier excusa por un rato más.- Continuaron mientras se separaban y daban tumbos por la clase.
-Estamos en clase.- Dijo Ivan con una voz que pretendía sonar seria pero que no lo era.
-No, yo me voy, os voy a dejar solos.- Dijo Eva dando media vuelta.
-No, no me importa que te quedes.- Alegó Ivan.
-A mí tampoco.- Dijo Hugo en una petición porque se quedara.
-Pero no despistes, si despista, largo.- Dijo Iván pero la morena ya estaba cruzando la puerta para salir.- A ver, "Me vale", ¿Conocías la canción?-
-Sí.- Respondió con entusiasmo Hugo.
-¿Te la sabes?-
-No.-
-Vale.- Asintió Ivan.- Vamos a escucharla una vez, vamos a leer la letra y vamos a crear un poco el imaginario hasta que hables con Miki y lo cambie todo.- Dijo mientras se ponía en pie.
-Ya he hablado con Miki.-
-¿Ah ya has hablado con Miki? Ohhh, yo quería haberlo visto, ¿como está?-
-Muy bien. Muy guapo.-
-Más majo...- Dijo a la par que pulsaba el botón para que la música comenzara a sonar.
Tras escuchar la canción y comentar ligeramente el significado de la letra, ambos descubrieron que aquella canción parecía estar hecha a medida para Hugo. Con su fuerza, y su garra.
-Así como la semana pasada nos fuimos a una cosa muy cósmica, muy alineada, muy metafísica, muy existencialismo, esta semana nos vamos especialmente al polo opuesto. Esta semana vamos a vivir el aquí y ahora. El presente.- Eso es precisamente lo que Hugo llevaba haciendo 5 meses. Vivir el más estricto y absoluto presente. Sin pensar en el mañana. En el que dirán. En el bien o el mal. Sólo en el ahora. En sí lo que hacía se sentía tan bien como para repetirlo. Y si quisiera repetirlo, hacerlo. Había perdido la noción del tiempo, y no sabía si había sido culpa de la morena, la academia, o su loca cabeza pero solo quería disfrutar el momento. Disfrutar su momento con ella. Como si fuera el último. Como si no fuera a haber más.- ¿Sabes lo que es la resiliencia?- Preguntó Ivan. Hugo negó con la cabeza.- La resiliencia es, no importa las malas circunstancias que estés viviendo porque saldrás de esta. La resiliencia es el saldremos de esta, del confinamiento.-
-Samantha.- Resumió Hugo.
-Exacto, es una actitud optimista ante las cosas.- Explicó.- Eso es esta canción.- Concluyó. El joven asintió a todas su palabras.- Ay mierda, me he dejado arriba... ¿Hay alguien libre ahora?- Preguntó.
-Eva.- Contestó rápidamente Hugo y se echó a reír al observar los ojos en blanco de Ivan.-¿Por qué?-
-A ver, ¿tú no te sabes la canción no?-