Él era frío, serio, poco conversador, siempre lo era con todos... porque se le había ido el único rayo del sol en su vida. Ella era dulce, alegre, parlanchína, pocas veces se le veía mal... pero se vio obligada a alejarse su mejor amigo. Una amistad pura, con un claro amor escondido en bromas separados por una fuerza mayor y puestos en el mismo camino gracias al destino.