La hija menor de Dante y Annie tiene un secreto poco peculiar, uno que la pone contra la espada y la pared. Familia y amor, todo se une y se separa por una sola razón: Răzvan. -Răzvan- -¿A que le temes, Răzvan? -baja sus manos a la hierba y comienza a sacar trocitos de la misma con los dedos-. ¿A que de verdad llegue a odiarte? Mi labio inferior tiembla sin que pueda controlarlo. Claro que tengo miedo a que llegue a odiarme... Pero hay algo que temo aún más. -O...-abre sus labios y clava los ojos en una pequeña flor que ha tomado-. ¿A que llegue a amarte otra vez? Quedo en blanco, lo ha dicho. Sí ella vuelve a amarme, siento que todo va a terminar igual. Su vida en riesgo a causa de mí, y en el peor de los casos...Su muerte. -¿A que le temes? -quiere una respuesta, una que no puedo darle sin revelar mis deseos, los mismos que lucho por enterrar-. Sabes una cosa, Răzvan, no soy ciega. Sé que estás tratando de ocultarlo. Le he dado un par vueltas al asunto, y no me pasa por alto tu reacción a la primera vez que me viste. No me pasa por alto que en mis sueños, -se muerde los labios y se corrige-mis recuerdos, parece que tú...Que tú...-no puede decirlo. -Que yo te amo.