Hera Cooper era la clase de chica que todos quieren tener en sus camas, con su hermosa sonrisa y su mirada de ángel, incluso cuándo todos sabían que detrás de aquella imagen era completamente diferente. Ella y su hermana Betty siempre lo dieron todo para ser perfectas, después de los problemas que conllevaron a Polly a terminar devastada y "loca" su madre, Alice, había puesto todo su empeño para que ellas no sean iguales a la mayor. Pero quién iba a pensar que las cosas cambiarían después del 4 de julio.