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El tiempo pareció detenerse, hasta que las puertas del ascensor comenzaron a cerrar nuevamente, tanto Kun como Chenle se sobresaltaron por el repentino movimiento. Chenle se sacudió, como de algo invisible y antes de que Kun pudiera presionar el botón de cierre estaba junto a él al interior del ascensor. Nunca antes vio esa expresión en los ojos del menor y entre todas las reacciones esperadas, aquella sin duda jamás pasó por su cabeza. Y es que el puño de Chenle dió contra la mejilla del mayor y luego contra su pecho, una y otra vez. Kun había perdido el habla y solo permitió que arremetiera contra él, Chenle golpeaba, sin fuerzas y sin dejar llorar. Cuando la puerta del ascensor se abrió otra vez, en el primer piso, nadie salió, la puerta se cerró otra vez y la máquina siguió su recorrido.


Cuando llegaron al último piso otra vez, Chenle lloraba con hipo, escondido en el pecho del mayor que lo abrazaba, pasmado, sin saber que hacer ¿Por qué nunca sabía que hacer con Chenle? Había ensayado mil veces lo que diría cuando tuvieran que encontrarse por cosas de la agencia otra vez, lo había evitado hasta ahora y tenía la esperanza de que Chenle simplemente lo ignorara, pero no. Alguien presionó el ascensor en el piso número cinco, comenzaron a moverse otra vez y salieron antes de llegar ahí, tenían que hablar y Chenle tenía una expresión demasiado descompuesta como para dar alguna explicación.


— Te fuiste.


— Tenía asuntos que solucionar.


— Pudiste despedirte, te llamé mil veces, simplemente te fuiste.


— No lo entenderías, Chenle.


— ¿No entendería qué? ¿Qué soy un chico? ¿Qué no es lo que esperan del gran Quián Kun? ¿Qué solo te divertiste hasta que te aburriste? ¿Soy tan desechable así, Ge? ¡¿Solo querías ser mi jodida primera vez?! ¡Responde de una vez!


— Chenle. — Ni Kun, ni Chenle supieron en que momento Lucas había llegado hasta allí. Los tres cambiaron incómodas miradas. — Vamos, te llevo a casa.


— Y aparece el novio del año. — Pronunció con desdén Kun. — ¿Qué? ¿Piensas que te lo voy a quitar o algo así? ¿Qué voy a jugar bajo, Yukhei?


— Vamos, Chenle. — Pronunció Lucas, jaloneando el brazo del menor, sin mirar a Kun. Pero Chenle tomó la muñeca del mayor y lo observó suplicante.


— No, necesito tener esta conversación con Kun, Xuxi.


La mirada de Lucas fue hasta la de Kun, indescifrable, quién le devolvió una mirada desafiante.


— Por favor, Xuxi, déjanos solos, luego me iré contigo a casa. — Entonces la mirada de Kun cambió,bajó la mirada y empuñó sus manos.


— Sí. — Pronunció en voz alta, llamando la atención de la pareja. — Solo fuiste un buen juguete, Chenle, no significó nada para mi. Deberías entenderlo de una vez. Me fui repentinamente porque entendí que no podía lidiar con un niño como tú y no estaba bien hacerle eso a mi hermosa prometida que espera en casa. Hasta adelantamos la boda.


La mano de Chenle que sostenía a Lucas cayó, escondió su rostro con el flequillo. Sentía las lágrimas atoradas en su garganta.


— Lo sabía.... Solo quería oírlo de tu boca. Es todo, podemos irnos, Xuxi. 





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