Sick

18

Como un plato que se estrella contra el suelo en cámara lenta, ese instante en que los segundos van más lentos, sin poder reaccionar, solo con la consciencia de que el plato se romperá en el suelo y no puedes hacer nada, solo recoger el desastre. Así mismo se sentía Lucas en ese momento. El celular cayó de las manos de Chenle, pero no le importó. Solo se escuchó el sonido de la silla siendo arrastrada por el piso y posteriormente los pasos de Chenle corriendo por el pasillo hasta encerrarse en el baño.

— ¿Qué hice? — Lucas estaba atónito, quiso ir tras Chenle, pero al mismo tiempo no quería evidenciar que él sabía todo lo que había entre el menor y Kun, todo lo que le dijo ebrio, entre copas. Además, no estaba del todo seguro del motivo de la visita de Kun a China, solo fueron especulaciones que salieron a flote entre la conversación que tuvieron los miembros una vez el líder de la unidad se marchó. Marcó el número de Sicheng, pero no contestó. Probó con Hendery, pero no sabía nada, no quería hablar con Ten o pediría explicaciones de porque no había llegado a dormir e inventaría un ensayo a último momento. Pero Ten siempre estaba bien informado... "¿Xuxi? ¿Dónde estás?" Ten sonaba demandante al otro lado de la línea, cuando estuvo por hablar, algo cayendo en el cuarto de baño lo hizo dejar enseguida la llamado a un lado "Te llamo después" y cortó.

— ¿Chenle? ¿Lele? — Comenzó, dando pequeños golpes, pero el menor no contestaba. Los golpes se hicieron más intensos y ante la falta de respuesta, empujó la puerta con todo su peso, haciéndola ceder. Lo que vio a continuación lo dejó sin palabras. Chenle era un pequeño ovillo, en un rincón del baño. Había lanzado todo un estante con cosas y algunos vidrios habían en el piso. El menor no lo miraba, estaba absorto, ido en pocas palabras. 

— Chenle... Mírame... ¿Por qué reaccionas así por... eso? — Dijo sin saber bien cómo referirse al tema, cuidando de no cortarse, se acercó hasta él e intentó descubrir el rostro de su pequeño sol, que ahora mismo parecía un eclipse de tristeza. — Dios... Te cortaste la mejilla. — Susurró al ver el corte, no era demasiado profundo, pero si se preocupó, mas aún porque Chenle no parecía reaccionar. No consiguió mayor reacción de él en cuanto lo curó, así que al finalizar lo cargó en sus brazos y lo llevó hasta la habitación. 

— Chenle... Por favor, dime algo, lo que sea. — Lucas mordió su labio. Le había roto el corazón con la información que le dio, lo sabía, pero simplemente quería despertarlo de esa fantasía, Kun no quería a nadie, siempre había visto por su futuro, por el exito, porque todo fuese perfecto, así lo veía Lucas. Además... Kun... ¿Qué derecho tenía de quedarse con Chenle? Chenle lo había escogido a él mucho antes de que él decidiera robarse lo que era suyo por derecho. — Kun no merece que tú...

— Kun. — Susurró Chenle. Enfocando por primera vez su mirada en el alto. — Pensé que me lo diría antes de... de... — Pero no pudo acabar y las lágrimas bañaron su rostro. Lucas lo tomó entre sus brazos, lo dejó sobre sus piernas y lo refugió en su pecho, mientras acariciaba su cabello. Lucas nunca había presenciado algo tan triste. El llanto de Chenle no era fuerte, era silencioso, sus hombros se movían y parecía que tiritaba cada vez que respiraba. Lucas no sabe por cuanto tiempo estuvieron así, pero el sol del mediodía se había ido y comenzaba a atardecer. El rostro del menor se perdía en la habitación que comenzaba a hacerse más y más oscura.

— Kun es especial para mi. — Susurró, con la voz con hipo, luego de horas de silencio. Lucas solo pudo abrazarlo con más fuerzas, él no entendía de estar enamorado, de un primer amor. Todas las personas que le habían interesado alguna vez, caían tan rápido por él, que no daba tiempo a sentimientos. Lucas pensó en Jungwoo y esa cursi carta que le dio luego de cantarle una canción, diciendo que estaba enamorado de él. Lucas había puesto los ojos en el vocalista porque era lindo y tomó sus sentimientos solo como excusa para coger, lo mismo ocurrió con Ten... con Hendery, con Joy... con Lisa... con tantos más. Pero ver a Chenle sufriendo así por amor, de algún modo provocó que sintiera culpa por todas las veces que él tomó sentimientos de otros y los utilizó a conveniencia. Estaba seguro de que Kun había actuado de ese mismo modo con Chenle. Y odiaba ver como su niño bonito se destruía por otro.

— Chenle... Kun es... tú sabes como es él. No es capaz de decir te quiero, porque no es capaz de sentir realmente algo así. — Chenle se encogió un poco más en los brazos de Yukhei. Kun nunca le había dicho te quiero y eso llegaba como una daga directa a su corazón

— Creí que... — Susurró, con la mirada perdida. — No, claro que no, solo he sido muy tonto.

— No eres tonto, Chenle, eres el chico más brillante y hermoso que conozco. — Susurró Lucas, buscando la mirada del menor. — No quiero verte llorar otra vez, no por él, no lo merece. Yo me encargaré de secar todas tus lágrimas y volver a llenarte de sonrisas. Solo debes permitirme hacerte feliz. — Los labios de Lucas besaron los ojos enrojecidos, sus mejillas, el camino que las lágrimas surcaron. Besó su nariz y cuando consiguió que Chenle fijara su mirada en él, no lo pensó más y posó sus labios sobre los del menor. De forma lenta, como pidiendo permiso o esperando ser rechazado, movió sus labios con suavidad unos instantes, hasta que Chenle volvió a esconderse en su pecho y quedarse esta vez dormido. Lucas acarició la espalda del menor, hasta escucharlo roncar, se reclinó hacia atrás y con agilidad y cuidando de no despertarlo, logró cubrir sus cuerpos. Seguramente Chenle dormiría hasta mañana y él no quería interrumpir ese sueño. Suficiente ya había hecho. 

Solo esperaba conseguir hacer sonreír a Chenle otra vez y borrar por completo a Kun de su memoria. 

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Hooola lectoras lindas... ¿Por qué creen qué se fue Kun? ¿Será verdad todo? ¿Se vendrá el LuChen todo amoroso lo que queda de historia???? ¿Se enamorará Lucas al fin?