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Con el comeback de NCT como unidad completa por delante, era inevitable que todos tuviesen que pasar más tiempo juntos, pero el ambiente resultó incómodo, incluso para quienes no tenían noción de nada de lo ocurrido con el maknae de los integrantes chinos y el líder de WayV hace exactamente una semana. Chenle simplemente parecía apagado, no sonreía, ni hacía bromas como antes, solo Jisung parecía tener el poder de traerlo a tierra otra vez y es que Chenle sentía que si hacía reír a su mejor amigo tras la desilusión amorosa de este con TaeMin, él mismo podía ser un poco más feliz. Pero le tomaba trabajo, más aún cuando tenía que ver todo el día a Kun.

— Dile tú.


— No, dile tú.


— Que le diga Ten.


— ¿Qué tanto cuchichean? — RenJun se veía divertido por ver como los integrantes de la unidad china parecían lanzarse la responsabilidad de algo.


— Esta la lista sobre quién cantará qué y hay Kun tiene una canción junto a... —XiaoJun bajó la voz misteriosamente. — Chenle. Seguro se enojará con quién le cuente, últimamente es así, solo nos habla para recriminarnos cosas y luego se va.


Renjun miró rápidamente a Chenle, que al parecer ya se había enterado de la distribución. Por suerte Yuta había llegado corriendo hasta él, emocionado porque compartirían letras.


— No creo que a Yukhei le agrade esto. — Añadió Hendery. — Hoy es un buen día para no llegar a casa.


— ¿Y si tomamos laxante y luego decimos qué no nos sentimos bien para llegar a casa? — Propuso YangYang haciendo un mohín.


— Basta niños, iré yo. — Dijo finalmente Ten cuando vio a los tres menores decididos por esa opción mientras RenJun no dejaba de reír.


Chenle se escapó un poco antes, por suerte la señora Zhong había ido a recogerlo y el primer ensayo vocal de la canción sería el día siguiente. Leer la canción provocó una sonrisa amarga en su rostro. Su celular vibró, era Lucas otra vez. Lo había estado evitando porque no quería que el chino viera otra vez como se derrumbaba, no, Lucas ya había visto mucho de eso de él y no era justo. Quería que Lucas conociera al Chenle de antes, el Chenle feliz, que no tenía ninguna grieta en el corazón.


— Cariño ¿Por qué no le dices que venga a casa esta noche a cenar?


— ¿A-a quién mamá? — Preguntó nervioso, no había notando que su madre estaba pendiente de él e intentó ocultar rápidamente su movil.


— Xuxi, se ve que tienen cosas por hablar o ese chico no insistiría tanto en hablarte.

— Mamá es que... — comenzó, incómodo.


— No necesitas entrar en detalles conmigo, yo solo quiero que estes bien, cariño y él es un buen muchacho, al comienzo creía que solo buscaba divertirse, pero con el tiempo demostró ser distinto, no me agrada tanto como... — Frenó, sabiendo que estaba mal decir ese nombre, ella no era tonta y era extraño que las visitas de Kun hubiesen frenado tan repentinamente. — Bueno, el punto es que Yukhei es un buen chico. —  Chenle esbozó una media sonrisa, realmente su madre era la mejor. Las cosas que ella hacía por él nadie más las hacía.


El timbre sonó puntual a las 8pm, como si Lucas hubiese estado esperando fuera, contando los segundos para tocar en cuanto el reloj cambiara. Escucho su voz ronca hablando con su  madre en la entrada, indicándole que estaba en su habitación y pronto estaría con ellos. La conversación trivial, algunas risas, Lucas diciendo que ayudaría a poner la mesa y que había traído un postre para luego de la cena. Chenle le dio una sonrisa triste a su reflejo. Hace meses atrás, ese era su sueño: Lucas siendo su novio, él llevándolo a casa para decirle a su madre que Wong Yukhei era el amor de su vida y su prometido, él llevándose bien con su madre. Pero ahora las cosas no eran así, si tan solo pudiese borrar ese paréntesis llamado "Kun" de su vida, no tendría que sufrir así.


Kun era un mentiroso, era un cínico, se había aprovechado de su vulnerabilidad, lo había enamorado ¿Y para qué? Le dolía, verlo cerca, escucharlo hablar, lo paralizaba. Kun, ese ge que siempre cuidó de él, la persona más especial en su vida, no, no podía creer que fuese el mismo Kun que dijo aquellas palabras que parecían dañarlo con más fuerza cada vez que lo recordaba. Secó con rapidez las lagrimas que otra vez caían por su rostro. No, Kun no lo merecía, no luego de dejarlo destruido, solo, como juguete usado. Y Lucas no merecía un juguete usado.


— Cariño, la cena se está enfriando.


La cena no fue tan animada como siempre, se centró en conversaciones sobre el nuevo álbum y luego silencios. La señora Zhong decidió ir por unas cosas que había olvidado donde una tía para darles más privacidad.


— No sé como comenzar, Lucas.


— No necesitas comenzar por ninguna parte, es más, no necesitas hablar del pasado.


— Pero es importante, tú no mereces algo usado...algo roto.


— Chenle...Mírame bien por favor. — Lucas dejó su lugar en el comedor y se arrodilló ante Chenle que seguía sentado, tomó sus manos y lo observó con culpa y amor al mismo tiempo. — Tú no eres un objeto para considerarte usado, no, tú eres un tesoro, si fuese por ser "usado", entonces yo sería indigno a tu lado y no creo serlo. Al contrario, yo soy todo lo que necesitas para volver a ser el niño revoltoso que corría feliz por todos los rincones, yo soy el indicado para hacerte feliz, para cuidarte... para amarte, Chenle. Solo tú tienes que decidirlo así.


— Lucas...


— Chenle... Si tú quieres volver a sonreír, debes dejarme entrar en tu corazón, debes dejarme entrar en ti, amarte, no más puertas, solo entregate a mi... ¿Aceptas?


Chenle lo observó, con los ojos llenos de lágrimas, le tomó trabajo hablar, pero finalmente asintió con la cabeza.


— Acepto, Xuxi, acepto.


Entonces Lucas se abalanzó sobre el menor, tomó sus mejillas entre sus manos y besó sus labios una y otra vez. Ahora sí haría las cosas bien, sin mentiras, sin miedo... o eso esperaba.


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Las cosas pronto cambiarán, se vienen revelaciones... 

SickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora