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— Chenle... ¿Has sentido alguna vez qué estás en el lugar indicado?


— ¿En el lugar indicado?


— Ese lugar... Te sientes a salvo, sientes que puedes con absolutamente, el tiempo no pasa, el corazón está siempre cálido, es algo que te recorre por dentro, te hace querer estar vivo... Ese lugar especial a veces puede hasta ser una persona ¿Sabes? — Yuta desvió la mirada hasta el extremo de la habitación, donde la línea de raperos ensayaba, cuando encontró a Mark, la curvatura de sus labios se alzó ligeramente. — Y no quieres irte de allí, porque sabes que no encontrarás un lugar mejor... ¿Chenle?


— Entiendo, hyung.


— Entonces quiero que pienses en eso cuando cantemos esta canción ¿Lo comprendes? — Añadió, pasando la mano por el cabello del castaño, moviéndolo todo hacia atrás.


— From home... — Susurró Chenle, observando la letra entre sus manos.


A Chenle le gustaba ir jugando en el automóvil cuando debían viajar o ir grabando clips que más tarde quizás servirían de material para sus fans, pero esta vez simplemente cayó dormido sobre el hombro de RenJun. Cuando llegaron al sitio donde grabarían ya había anochecido.


— Grabaremos por la madrugada, a esa hora la iluminación es mejor. Así que duerman temprano que a los 4am deberán estar en pie, chicos ¡No olviden cenar! Y no se queden jugando hasta tarde, si Chenle, te estoy hablando a ti.


— Tenemos que dividirnos las habitaciones, solo hay tres... ¿Dos dos y una de tres?


— Me parece bien. Voy con Taeil. Kun y puede dormir con Yuta, los tres menores juntos.


La cena fue tranquila, si bien Chenle no le hablaba directamente a Kun, cuando hacía comentarios generales él no lo ignoraba y hasta había reído de uno de sus chistes. Pero aún así, Kun nunca lo miraba por más de un segundo, como si conectar miradas estuviese mal. Se dejó la cama del rincón, mientras Haechan y RenJun compartieron la cama matrimonial.


A medianoche despertó y es que la calefacción estaba justo sobre su cabeza y pese a no funcionar, dejaba escapar una corriente de aire que lo tenía tiritando, intentó ignorarlo jugando un poco en el celular, tenía un mensaje de Lucas deseandole las buenas noches, su estómago se revolvió, le había prometido una respuesta una vez acabaran las promociones. Se levantó medio adormilado, pero RenJun y Haechan estaban ocupando demasiado espacio como para hacerse un lugar, así que tomó la manta y se fue rumbo al sillón de la pequeña cabaña donde se estaban quedando, pero la luz de la cocina se encontraba encendida.


— ¿Chenle? ¿Tienes hambre? ¿Te preparo algo? — La voz de Kun salió muy aprisa, incluso nerviosa, casi se trapica con la leche que bebía.


— ¿Eres el Kun de antes? — Interrogó Kun, recargándose en la puerta de la nevera. Kun solía mimarlo demasiado cuando era un niño, cada cosa que quería él se la preparaba sin importar la hora del día y es que para Chenle nadie cocinaba mejor que el mayor. Se sentía extraño siendo así, ni en un millón de años hubiese creído entonces que aquel Kun le haría latir el corazón como nadie, para más tarde romperlo.


— Soy el mismo Kun de siempre, ángel. — Mencionó, recordando el apodo que le tenía a Chenle cuando era tan solo un niño. Aunque luego de crecer no sabía si llamarlo así o demonio de lo travieso que era o por las cosas que le hacía sentir.


— Cielos...Hace como tres años que no me llamas así. Ya no soy un ángel, ge. — El sonrojo fue inmediato en el rostro de ambos, porque, pese a que no fue dicho con una segunda intención, fue imposible no recordar. — Uhm... La verdad es que vengo a dormir en el sillón, el aire acondicionado tiene un problema y no me deja dormir.


— ¿En el sillón? No, no, estás recuperándote, ni lo pienses, ve a dormir en mi cama, yo dormiré en el sillón.


— Claro que no, tú eres un anciano, ge. — Bromeó Chenle.


— Chenle...


— Solo bromeo, pero en serio, no dormiré en la cama mientras tú duermes en el sillón.


— Lo harás.


— No.


— Que si, soy mayor, debes hacerme caso.


— Y yo soy rebelde, no lo haré.


— Chenle.


— Duerme conmigo.


— ¿Qué?


— Eso, Kun ge, si quieres que duerma en la cama, debes dormir conmigo.


— Chenle eso no...


— No te haré nada, en serio, yo...— Chenle bajó la mirada y esa sonrisa que había estado todo el tiempo en su rostro desapareció. — yo sé que no te gustan esas cosas, yo te respeto, Ge.


— No lo decía...— Kun mordió el interior de sus labios, no podía decirle algo más, no quería arruinar las cosas ahora. — Bien, vamos, solo nos quedan un par de horas de sueño.


Yuta dormía profundamente, no se enteró en que momento Kun llegó junto a Chenle, ni mucho menos cuando se metieron en la cama. Kun fingió dormirse rápidamente, estaba tenso, tener a Chenle tan cerca definitivamente no le hacía bien. Algo muy tonto a los ojos de Chenle, quién conocía bien las reacciones del mayor y sabía que no dormía, pero lo tomó a su favor, rodeó su cintura y acomodó su cabeza en el pecho del mayor. Sus latidos lo delataban aún más, Chenle sonrió, sabía que estaba mal emocionarse por algo así, pero de todos modos lo hizo. Era cálido y siempre encajaba bien en sus brazos. Kun en su "condición de dormido" pasó su brazo por la espalda del menor y lo apegó más a él. El cabello de Chenle le cosquilleaba en la nariz, olía a frutas, olía a paz.


Cuando despertó, Chenle corría por todas partes, irían a la playa y pese a que el sol le hacía mal debido al tono de su piel, le encantaba correr sobre la arena y su humor estaba mejor que de costumbre. El resto de los chicos observaba con envidia la cantidad de energía que era capaz de irradiar el menor. A todos les gustaban las grabaciones en espacios abiertos, más aún cuando eran grupos pequeños en los que la mayoría se llevaba bien, el trabajo dejaba de ser trabajo y solo eran ellos disfrutando cantar y grabar.


Y como era de esperar, de regreso todos iban dormidos en el automóvil. Debían reponerse, porque las presentaciones en vivo ya estaban próximas a comenzar.  


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Este capítulo me quedó demasiado soft...

SickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora