La chica llegó a la casa llorando, al verla en ese estado Jungeun fue corriendo a abrazarla. Sabía que mi era el momento para explicar que pasó solo le trajo un poco de helado, una manta y peliculas para que se fuese relajando.
—Ya pasó, tranquila. ¿Quieres helado? - Jiwoo negó con la cabeza, no tenía hambre. Esta vez si, este había sido el adiós final. Se sentía como la otra vez, cuando la dejó, no peor que en ese momento.
Los días fueron pasando, Jiwoo no salía de la casa. Solo podía llorar y sentirse mal, tampoco había podido dormir bien.
—Asegúrate de comer bien, todo esto pasará, serás capaz de conciliar el sueño como lo hacias antes. - Jungeun la solía intentar animar pero a ella le costaba demasiado. Tardó más o menos un mes en lograr volver a dormir bien y salir a la calle, decidió quedarse a vivir en Seúl y encontrar un nuevo trabajo. Seguía costando todo, echaba mucho de menos a Sooyoung, pero tal vez tenía razón, el mundo no quería que estuviesen juntas. Después de eso nunca más se volvieron a encontrar. Parecía que Sooyoung desapareció de la ciudad o algo así, aunque era tan grande que normal que fuese difícil.
Sooyoung
Tras lo que pasó fue a casa de Vivi para dejarla, no la amaba, era un reemplazo y no quería hacer daño a otra persona. A Vivi le costó asimilarlo pero lo entendió y también borraron su relación. Para Sooyoung tampoco fue fácil superar el hecho de que ya no la volvería a ver.
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