Mi David 13

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Narra Mew

-Señor Suppasit es un placer tenerlo aquí nuevamente - la recepcionista  me saluda cordialmente.

- ¿Por cuánto tiempo se quedará esta vez?

- No lo sé, deja la cuenta abierta. - La recepcionista asintió. Y luego me dio la llave de mi habitación.

Venir a uno de los hoteles que pertenece a mi empresa de vez en cuando se ha vuelto una rutina, ya que odio mi vida en Bangkok debido a que soy constantemente molestado por mi tía que aprovecha cualquier oportunidad para insinuarme a Lawan.

Mi "prometida", mi tía me pregunta constantemente cuando fijaremos la fecha de nuestro matrimonio. Llegando al punto de ser un fastidio, por lo que hospedarme en los hoteles de la empresa es mi única escapatoria.

Mi favorito es este. Es al que vengo con mayor frecuencia y el que tiene más años de haber sido inaugurado. Para ser exactos tiene treinta y un años.

Mi misma edad.

Cuando era pequeño venía seguido con mis padres a pasar las vacaciones, como el hotel comenzó sus funciones al tiempo de mi nacimiento. Mis padres se sentían realmente conectados con el lugar. Así que cuando ellos fallecieron, en un accidente de auto cuando tenia veintidós y mi tía se hizo cargo de "cuidarme". Hice de este lugar mi segundo hogar así que cuando quiero escapar de mi monótona vida y de mi tía vengo aquí.

- Gulf ese traje en serio te queda muy bien.

- Y tú te ves hermosa Sammy.

- Claro a mí nadie me halaga.

- Jajaja también te ves guapo. Hoy sin duda nos conquistaremos unos buenos hombres.

Mientras iba en el elevador, este paró en el cuarto piso. Piso en el que se subieron tres personas vestidas muy elegantes.

Uno de ellos, el más alto de piel canela llamó mi atención. Su cuerpo perfecto, su color de piel y la manera delicada con la que sonreía era como ver una escultura andante hecha por Miguel Ángel.

Era el cuerpo de El David* en persona. Un cuerpo creado a la perfección.

Aunque ellos ni siquiera se dieron cuenta de mi presencia al abordar el elevador. Al fin y al cabo no éramos los únicos que estaban en el elevador, sin embargo yo había quedado por completo hechizado.

Ellos se bajaron en la zona destinada para eventos. Algo me impulsó a bajarme y preguntar por su nombre. Pero para cuándo tomé la decisión de bajar del elevador, las puertas se habían cerrado. Y deseché la idea que anteriormente había surgido.

Era la primera vez que me quedaba embobado viendo a alguien. Jamás me había pasado.

Llegó la noche y fui al bar discoteca del hotel. Tenía muchas ganas de beber.

- ¿Estas solo?- un hombre de mediana estatura, delgado y de cabellos finos está sonriendo mientras trata de sentarse al lado mio.

- Si hablas de este momento y en este lugar la respuesta es sí, estoy solo. Pero estoy comprometido así que ahorra tus esfuerzos. - el hombre ante mi tajante respuesta, se levantó de su asiento mientras vociferaba unas cuantas maldiciones hacia mi. Aunque mi intención no era sonar grosero de esta manera tanto él como yo no perderíamos tiempo.

Por mi apariencia, muchas veces he oído a las personas llamarme "mujeriego". La verdad es que no lo soy. En mi juventud tuve muchas relaciones, aunque en su mayoría estaban conmigo por lo que podía tener y no por lo que soy. Al darme cuenta de esto dejé de salir un tiempo, pero las personas seguían buscándome. 

Felizmente ¿embarazado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora