Kakashi Hatake • One Shots

33. Cena de Noche Buena

Abrió los ojos con dificultad por la claridad que propiciaba la ventana, se removió en su lugar y chocó con el cuerpo de alguien.

—Hey linda— giró con la intención de quedar frente a su pareja.

—Buenos días dormilón— una voz gruesa hizo que dara un respingo haciéndolo caer de la cama enrollado con las sabanas.

—¡Pero qué..!— levantó su cabeza con una expresión confundida— ¡Gai que haces aquí!.

—Es que Hanan fue a comprar lo que falta para la cena de hoy y dijo que podía quedarme— explicó con toda la inocencia del mundo.

—Estoy seguro que no hablaba de que me mires mientras duermo— rendido ante no poder zafarse de las sábanas, se posicionó boca abajo y empezó a arrastrarse como una oruga en dirección al baño.

—¿Te ayudo Kakashi?— sonrió internamente pensando que esa era su oportunidad para finalmente ver el rostro de su amigo.

—Gracias Gai, pero puedo solo— siguió arrastrándose ignorando las súplicas del peli negro.

• • •

Entró al departamento satisfecha, sabiendo que tenía todo lo necesario para que la víspera de navidad salga perfecta.

Se dirigió a la cocina cargando como podía todas las bolsas, encontrándose con una cómica escena, digna de ese par.

Kakashi cocinando mientras vigilaba de reojo que Gai no se mueva del rincón donde estaba castigado, por echar a perder tres platos consecutivos agregando especias raras cada vez que el peli plata giraba.

—¡Mi pequeña flor!— saludó desde su rincón.

—Hola Gai— le dedicó una sonrisa para luego pasar su mirada a su pareja— Ara ara, ¿qué ven mis ojos?— dejo las compras en la mesa con una sonrisa pícara.

—¿Qué?— giró dejando ver el delantal amarillo con patitos rosas.

—Un papa.

—¿Papa?— ladeó la cabeza confundido.

—Zote— movió las cejas de arriba abajo mientras las mejillas de su novio se teñían de un color carmín.

El peli plata se acercó a saludarla y juntos comenzaron a sacar las cosas de la bolsa para guardarlas, en tanto estaban distraídos, Gai fue de puntitas hasta la olla que tenía el almuerzo y agregó un líquido rojo que encontró en su camino.

• • •

Los tres niños entraron al departamento con cajas decoradas en sus manos.

—¡Buenos días mis niños!— los abrazo y luego les indico donde dejar los regalos.

—Kakashi sensei, ¿puedo probar?— se acercó con un brillo en sus ojos.

—Uhm claro Naruto, toma un plato y sírvete— así lo hizo el rubio, una vez listo se sentó junto al mayor y ambos se dispusieron a comer.

—¿Por qué Gai sensei los mira de esa forma?— cuestionó la peli rosa.

—Gai— llamó su atención— ¿acaso tu..

—¡QUEMA!— gritaron al mismo tiempo con sus caras rojas y sus ojos llenos de lágrimas.

—¡¿Gai que le pusiste a la comida?!— intentaba agarrar al pequeño rubio que corría de un lado al otro con la lengua afuera.

—Un liquidó rojo, pero no tengo ni la más mínima idea de qué era.