Giró lentamente para encontrarse con su novia durmiendo, repartió pequeños besos por todo su rostro hasta que vio como una sonrisa se formaba en sus labios, seguido abrió los ojos con dificultad.
—Buenos días linda.
—Buenos días baka— una gota de sudor se dibujó en su frente.
—¿Nunca puedes ser tierna, verdad?.
Ambos se levantaron con sumo cuidado de no despertar al pequeño rubio que dormía en medio de los dos.
Fueron a la cocina y la chica se tumbo en una silla mientras el peli plata sacaba una sartén para comenzar a hacer el desayuno.
—¿Ya tenemos todo listo para hoy?.
—Hmm, si— chequeo una última vez la lista— recuerda que tú te encargas del entretenimiento.
—Si.. sobre eso— fueron interrumpidos por un peli negro entrando por la ventana.
—Buenos días familia— canturreó.
—¿Sabías que tenemos puerta, no?— cuestionó antes de tomar de su café.
—Siempre la cierran con llave— le quitó la taza a la chica— y Kakashi ya me advirtió de no volverla a romper.
—Shi, me quitó mi coffe— miró a su pareja con un puchero.
—Veo que ya estamos listos para celebrar la juventud del pequeño Naruto— dijo revisando las cajas detrás del refrigerador— nuestro entretenimiento te dejará sin palabras, mi querida flor.
—¿Nuestro?— miró nuevamente a su novio.
—Estaba por decírtelo— le pasó otra taza— Gai me ayudará con eso.
—Rentamos disfraces— alzó el pulgar con una sonrisa.
—Buenos días — susurró un pequeño ojiazul despeinado desde la puerta de la cocina, frotando sus ojos con una mano y con la otra sosteniendo un peluche.
—Buenos días pulga— se acercó para alzarlo y llevarlo hasta una silla.
—¡Y feliz cumpleaños!— dijeron los tres mayores, mientras el peli plata se acercaba con una pequeña torre de pancakes con una vela en la cima.
—¿Para mi?— cuestionó con un brillo en sus ojos.
—Pues para quién más— respondió irónico el peli negro, quien recibió un zape por parte de la chica.
—Ahora pide un deseo y sopla la vela— asintió con una gran sonrisa y así lo hizo.
• • •
Luego de dejar a Naruto en la escuela, hizo todas las compras necesarias y volvió a la casa emocionada.
Se aseguró de decorar de la mejor manera posible el departamento, con banderines, serpentinas y muchos globos.
Preparó una mesa con gran diversidad de comidas dulces y saladas, y en otra colocó el pastel en el centro rodeado de caramelos de todo tipo.
Miró satisfecha el fruto de sus esfuerzos y fue a abrir la puerta.
—...
—¿Te gusta?— dijo posando con una mano arriba y la otra en su rostro.
—...
—Tampoco es lo que esperaba, pero es todo lo que conseguimos, Hanny.
—¿Santa y Rodolfo, enserio?— cuestionó con los brazos cruzados.
—Nos vemos increíbles— se afirmó a si mismo el cejudo.
—Se ven ridículos— a ambos se les dibujó una gota de sudor en la frente— más vale que encuentren algo mejor o pueden volver al polo norte— cerró la puerta.
—Tengo una idea— sonrió con el pulgar arriba.
—No.
—Pero..
—Hanny tiene razón.
—¿Debemos volver al polo norte?.
—¿Qué? No, me refiero a que los disfraces no van con el tema de la fiesta, debemos buscar algo mejor.
—Hanan te tiene totalmente dominado mi querido rival— dijo recibiendo una mala mirada por parte de su amigo.
;-;
Holii, mañana subo la segunda parte
Mientras vengo a bendecir sus ojos
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